DATOS DEL EVENTO

  • EMPIEZA
    08-05-2008
  • TERMINA
    01-01-1970

Entrada libre

Interviene:

ROSA LÓPEZ.Psicoanalista, miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis y miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis

La segunda conferencia-coloquio del ciclo «Malestares de nuestra época» se celebra esta tarde, a partir de las 20 horas, en el salón de actos del Club INFORMACION (Avda. Doctor Rico, 17-Alicante). La psicoanalista Rosa López, miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis y de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, hablará sobre «Padecimientos del hombre moderno: crisis de ansiedad y estados de angustia». El acceso es libre hasta completar el aforo del local.
El ciclo de conferencias organizado por el Instituto del Campo Freudiana-Seminario de Fundamentos del Psicoanálisis en Alicante, se inició el pasado 15 de abril con la intervención de Óscar Vicente Ventura con la conferencia «¿Somos todos depresivos? Una mirada sobre la concepción del sujeto», y finalizará el próximo 27 de junio con una conferencia del escritor Gustavo Dessal sobre «La paternidad en los tiempos de las células madres». Esta tarde, al finalizar la intervención de Rosa López, se abrirá un coloquio para responder a las preguntas del público asistente. El acto, como todos los que se celebran en el Club en los meses de abril y mayo del presente año, será doblado al lenguaje de sordos por alumnos de la escuela Copsea.

«Casi todos padecemos estados de angustia aunque no los reconozcamos»

Padecimientos del hombre moderno: crisis de ansiedad y estados de angustia» es el título de la conferencia en la que la psicoanalista Rosa López expondrá las claves de esta dolencia de nuestro tiempo que, según López, casi todos sufrimos. «Gran parte de los casos que acuden a urgencias son manifestaciones físicas de estados agudos de angustia, lo que ahora se llama ataque de pánico. El cuerpo es el
lugar en que la angustia se manifiesta de una forma notable: la respiración se altera, la actividad cardiaca se acelera y la persona puede llegar a sentirse a punto de caer fulminado por un síncope o tener la impresión de estar volviéndose loco», explica esta profesional que mantiene que «la angustia tiene formas más moderadas de presentarse, desde esa inquietud que nos asalta por las mañanas a la
sensación de que algo malo está a punto de acontecer pasando por una ligera opresión en el pecho o en la boca del estomago».
«Casi todos padecemos estados de angustia aunque no los reconozcamos como tales y esto es debido a que la angustia cumple una función importante en el mantenimiento de nuestra vida anímica ya que es la señal que nos avisa de la existencia de un peligro que atenta contra nuestro equilibrio. Ahora bien, a diferencia del miedo, que siempre se refiere a un peligro concreto, la angustia es una señal enigmática, un puro afecto que no nos dice nada y por tanto no sabemos de qué orden es el peligro. Lo que el psicoanálisis descubre es que el peligro no es exactamente exterior sino que procede de la propia persona sin que sepa dar razón de ello. Se trata en realidad de un temor a sí mismo, es decir, a esa parte de la intimidad que resulta tan desconocida que sólo puede captarse como extraña. Es una experiencia absolutamente individual y subjetiva». López advierte de que si intentamos eliminar la angustia a través de la medicación o de terapias conductistas que la toman como un error de percepción, lo que se consigue es extenderla aún más, porque cuanto más se combate como algo que hay que borrar, más se desplaza y se generaliza».
Para el psicoanálisis, explica esta mujer desde su formación y su experiencia profesional, «el tratamiento de la angustia pasa por el esfuerzo de intentar reconocer qué la causa y qué nos está queriendo decir de aquello que desconocemos de nosotros mismos, que no es otra cosa que el inconsciente. Lo primero que se requiere es saber reconocerla, tanto el profesional que debe establecer el diagnostico diferencial con las enfermedades orgánicas, como la propia persona que la padece y que no sabe qué le está ocurriendo. En los casos agudos de angustia la medicación puede ser necesaria, pero no suficiente, pues sólo enmascarará el problema. La terapia psicoanalítica consigue dar una respuesta eficaz ayudando al sujeto a reconocer el motivo de su angustia», afirma.
«La angustia ha existido en todas las etapas de la historia y en todo tipo de sociedades, pero en la actualidad está cobrando un enorme protagonismo. En este momento estamos tan atravesados por el ideal científico que pretende que todo pueda ser calculable, representable y visible, que no podemos concebir que haya algo que se nos escape. La racionalidad absoluta, la trasparencia, la información permanente, la exhibición de todo, se ha convertido en un ideal social y en valores que se promueven como fundamentales. Lo cuantitativo se trasforma en la cualidad esencial. La pregunta que tenemos que formularnos frente a este estado de la civilización es si nos sitúa en una posición más lucida o si por el contrario nos hace más proclives a padecer el dolor de la angustia», asevera.
MERCEDES GALLEGO

Datos informativos

Fecha inicio : 08-05-2008
Organiza : Instituto del Campo Freudiano-Seminario de Fundamentos del Psicoanalisis en Alicante

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