Entrada libre
INTERVIENE:
RAMÓN TORRES IZQUIERDO. Abogado. Muy Ilustre Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de Grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España
MODERA:
ÁLVARO RODRÍGUEZ GARCÍA. Grado 33. Soberano Gran Inspector General del Supremo Consejo de Grado 33 para España
PRESENTA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Director del Club INFORMACION
CURRÍCULUM RAMÓN TORRES IZQUIERDO
Nace en Valencia Noviembre de 1936, abogado. Fue Inspector de Trabajo y Seguridad Social en Vizcaya, después en Barcelona, posteriormente Delegado de Trabajo sucesivamente en Lérida, Huelva y luego Asturias, pasa a ser director de personal y asuntos sociales de C.T.N.E. (Telefónica), pasando posteriormente a ser subdirector general y después secretario general de la misma, cesando en 1982 para ser presidente de Graficas Burgos, S.A. y Urbana Ibérica, S.A.. En 1985 retorna a la abogacía y se reincorpora como inspector de trabajo primero en Barcelona y luego en Valencia donde se jubila en el 2005.
Masonicamente se inicia en Francia en 1978, es uno de los fundadores de la GLE Gran Logia de España, fue Gran Maestro de Castilla en el periodo de 1983- 1986. Es Grado 33º en 1984, presidente de diversas Cámaras de grados 18º, 30º y 32º y desde el 2003 Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de Grado 33º para España del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
ALICANTE ACAPARA LAS LOGIAS MASÓNICAS POR EL TURISMO Y SU PASADO REPUBLICANO
La masonería ha encontrado gran arraigo en la provincia de Alicante, donde cuenta con 16 logias simbólicas y otras 16 de alto grado, que suman 450 miembros en total, según explicó Álvaro Rodríguez García, inspector general de la Gran Logia de España, que participó ayer en el salón de actos del Club INFORMACION en la conferencia «Masonería y sus altos grados», junto a Ramón Torres, soberano gran comendador del Supremo Consejo de Grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España.
Sobre la importancia que Alicante tiene para los masones, Álvaro Rodríguez indicó que se debe sobre todo al hecho de que la provincia fuera el último reducto republicano. «Cuando llegó la democracia aún quedaban masones republicanos, lo que permitió una continuidad que no se ha dado en otras provincias». La segunda causa es la influencia de los turistas extranjeros, sobre todo europeos. A nivel nacional se calcula que hay 2.300 masones de rito regular.
El soberano gran comendador explicó que una de las obligaciones de los masones es cumplir con las leyes del país en el que viven. «Si no podemos cerramos templos y nos vamos al más cercano donde podamos. En la Guerra Civil el Supremo Consejo se marchó a Francia y como llegaban los nazis se exilió a México. Cuando llegó la democracia y regresamos, en la Logia de España sólo quedaban tres hermanos de la República y nos sumamos otros como yo que nos iniciamos en Francia». Torres recordó la persecución de los masones por parte del franquismo en la defensa de sus ideales de libertad, tolerancia, fraternidad e igualdad. «En el Archivo de Salamanca hay 1.600 expedientes documentados de hermanos fusilados por ser masones, y 60.000 expedientes masónicos cuando en la mejor época de la masonería en España, que fue durante la II República, no pasábamos de 5.000».
Pese a que los tiempos han cambiado y a la antigüedad de los ritos de las logias masónicas, el soberano cree que sus enseñanzas están plenamente vigentes. «Nuestra logia fue fundada el 4 de julio de 1811. Después de 200 años se ha conseguido que un tercio del mundo defienda la libertad y la democracia, pero ahí quedan otros dos tercios sin conseguirlo. Por no hablar de la igualdad, todos somos iguales en dignidad pero en la práctica no es así. Los valores que defendemos son constantes».
Torres asegura que «cualquier hombre libre, de honor y de buenas costumbres» puede entrar en una logia masónica, «desde un zapatero al presidente de un banco». En la masonería regular no hay miembros femeninos, y en su opinión «hace falta adaptación por parte de hombres y mujeres». También la Iglesia necesita su tiempo, según el comendador, que se confiesa católico y que comprende que a la jerarquía eclesiástica le cueste cambiar pensamientos de siglos. Sobre la moda de los libros sobre logias, el soberano ve positivo que se hable de masonería aunque «algunos intentan denigrar intencionadamente la masonería. Deshacer mitos y errores es positivo, porque nunca hemos llevado rabo ni olemos a azufre».
El origen está en la construcción de las catedrales
Torres explicó que el origen de la masonería está en los gremios de la Edad Media y sobre todo en la construcción de las catedrales. «Los maestros tenían sus aprendices, hacían de padres y les inculcaban su moral». El fin último del masón es buscar el punto más cercano al gran arquitecto ?Dios? entre el humanismo y la espiritualidad.