INTERVIENE:
Monseñor VICTORIO OLIVER DOMINGO. Obispo de la Diócesis de Orihuela-Aliicante
PRESENTA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
EL OBISPO LLAMA A LOS LAICOS A PARTICIPAR MÁS EN TODAS LAS REALIDADES SOCIALES DE LA DIÓCESIS
Monseñor Victorio Oliver Domingo, de 67 años de edad, que el próximo 9 de septiembre cumplirá 25 años como obispo, inició su intervención pidiendo comprensión «porque para mí es un areópago nuevo intervenir en este foro que el Diario INFORMACION cultiva, foro de diálogo y actualidad», haciendo así mención a las invitaciones del Papa Juan Pablo II «de entrar en los nuevos areópagos donde debe proclamarse el Evangelio» al igual que hizo San Pablo acudiendo con su palabra al de Atenas.
Explicó que había escogido el tema, «Perfil de un laico cristiano», porque se sitúa en el corazón de la misión de la Iglesia, «que es evangelizar». Y situó su intervención en las respuestas a las preguntas «cómo evangelizar a los hombres de hoy»; «dónde evangelizar -en las fábricas, en los talleres, en las asociaciones de vecinos, en las escaleras, en los colegios e institutos, en la Universidad, en los medios de comunicación, en las fiestas, en las mismas “fogueres i racós”, pues todos ellos son nuevos areópagos-»; y en «quiénes deben evangelizar», donde propugnó, citando un documento de los obispos españoles, en un regreso a los primeros tiempos de la Iglesia donde ese papel fue protagonizado por los laicos. «La nueva evangelización se hará, sobre todo, por los laicos o no se hará», dijo al preguntarse «¿Puede evangelizar la Iglesia sin los laicos?».
A partir de esta reflexión inicial extructuró su conferencia en tres partes: la primera, para subrayar que es la hora de los laicos; la seguanda, para desarrollar el concepto del laicado; y la tercera y última, para fijar los cuatros rasgos fundamentales del perfil de los laicos en la Iglesia Católica.
Con tres testimonios papales, los de San Pío X, Pablo VI y Juan Pablo II, y los textos del Concilio Vaticano II, afianzó su afirmación de que ésta es la hora de los laicos, «la hora de los cristianos auténticos, fuertes en la fe, audaces en las esperanza, generosos en la caridad, valientes que dan testimonio de Cristo», dijo citando palabras de Juan Pablo II en 1984.
«Sin caer en la trampa del narcisismo o de la complacencia, nos jugamos mucho si no acertamos a dar el puesto al Apostolado Seglar. Defraudamos no sólo a la Iglesia, sino a la sociedad y a la historia que está cerrando el siglo XX», afirmó.
Pueblo de Dios
El carácter secular propio de los laicos, según la «Lumen Gentium», «ocupándose de las realidades temporales y ordenándolas según Dios», lo explicitó en el caso concreto de la Acción Católica «como participación en el apostolado jerárquico de la Iglesia».
Pero, más allá del campo de lo temporal y profano, monseñor Oliver insistió, con citas de San Pablo, en que el laico es, antes que todo, «miembro de pleno derecho del Pueblo de Dios». «Su apostolado no es sin más una participación del apostolado de la Jerarquía, sino que es una participación en la misión salvadora de la misma Iglesia», animando a los sacerdotes a una promoción decidida del laicado. «El presbítero que entienda correctamente su vocación empujará la misión de los laicos», concluyó.