INTERVIENE:
LUIS DÍAZ ALPERI. Alcalde de Alicante
PRESENTA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Director del Club INFORMACION
ALPERI EXPONDRÁ EL JUEVES SU VISIÓN DE LA CIUDAD EN EL CLUB INFORMACION
El alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, abordará el presente y el futuro de la ciudad durante una conferencia que tendrá lugar del próximo jueves día 20, a las ocho de la tarde, en el salón de actos del Club INFORMACION en Alicante, situado en la misma sede del diario, en la avenida del Doctor Rico número 17. El acceso es libre sin más limitación que el aforo del salón.
En el ecuador de su tercer mandato como alcalde-presidente del Ayuntamiento de Alicante, cuando se han cumplido diez años de su primera elección encabezando la candidatura del PP, Luis Díaz Alperi ha aceptado la invitación del Club para exponer su visión del momento actual de la ciudad y del futuro de la misma en una charla que lleva por título «Presente y futuro de la ciudad de Alicante». Aunque en abril de este año ocupó la tribuna del Club para presentar al presidente de la Región de Murcia, Díaz Alperi no intervenía en el Club como alcalde desde el 25 de marzo de 1996, cuando compartió mesa en un debate sobre «Qué hacer con el edificio Meliá» con el entonces presidente de Puertos del Estado, Fernando Palao, quien entonces dirigía el Apartotel Meliá, Julio Pingarrón, y el arquitecto Luis Capell, que falleció unos años después.
Nueve años y medio después de aquella presencia en el Club como alcalde de Alicante vuelve Luis Díaz Alperi en un momento en que varios temas municipales de trascendencia, como la revisión del Plan General, el controvertido Plan Rabasa o el proyecto urbanístico en Sangueta, están de rabiosa actualidad por no mencionar la ejecución de las obras de penetración del tranvía en la ciudad y su extensión en la zona de playas, el soterramiento de las vías ferroviarias y el diseño y contenido de la futura Estación Alicante-Término, los futuros aparcamientos subterráneos en barriadas, la ordenación urbana de las zonas colindantes con la expansión portuaria a Poniente o los proyectos de la Generalitat de desdoblamiento de la avenida de Dénia y sus implicaciones en el siempre conflictivo tráfico viario.
ALPERI EXPONE ESTA TARDE SU MODELO DE CIUDAD EN EL CLUB INFORMACION
Luis Díaz Alperi, alcalde de Alicante, protagoniza esta tarde, a las 20 horas, el acto del Club INFORMACION con una conferencia, seguida de coloquio con el público, en la que aborda el «Presente y el futuro de la ciudad». El salón de actos del Club INFORMACION en Alicante está situado en la misma sede del diario, en la Avenida Doctor Rico número 17. El acceso es libre sin más limitación que el amplio aforo del salón.
Es la primera vez que un alcalde de Alicante comparece en el Club en un acto de estas características donde a su reflexión inicial, sobre el estado de la ciudad y sus perspectivas de futuro, se unirá, posteriormente, la respuesta a las preguntas del público. Luis Díaz Alperi utilizará medios audiovisuales para presentar su exposición en la que quizá puedan despejarse algunas incógnitas importantes como es el calendario final del futuro Plan de Ordenación Urbana de Alicante, que ha de sustituir al vigente desde hace casi veinte años, siendo alcalde José Luis Lassaletta. Como conocen nuestros lectores (ver INFORMACION de ayer, 19 de octubre), el alcalde anunció el martes que asumía directamente todo lo relativo al proyecto de Plan General elaborado por el equipo del arquitecto Lluis Cantallops con objeto de desbloquear su tramitación.
El del Plan de Ordenación Urbana no es el único de los grandes temas municipales que la ciudad de Alicante tiene sobre la mesa. El controvertido Plan Rabasa, que preve la edificación de unas 15.000 viviendas en la zona y donde también la Universidad de Alicante, por boca de su rector en el solemne acto de apertura de curso celebrado el viernes pasado, ha alegado en solicitud de suelo de reserva para su futura expansión es otro tema de actualidad, junto con el proyecto de Palacio de Congresos en Sangueta, la ordenación de toda fachada marítima (desde el Cocó a la Albufereta y desde la Estación de Murcia hasta Urbanova al plantear Díaz Alperi la conversión en zona pública del humedal de la antigua Salinera Catalana, más las obras en curso en Playa de San Juan), o el soterramiento del tren y los usos de la Estación Alicante-Término, donde ha habido novedades en los últimos días.
En cuanto al transporte y el tráfico hay también novedades: la penetración del tranvía (TRAM) en mayo de 2006 hasta el Mercado Central y su prolongación hasta la estación ferroviaria y la segunda línea del TRAM desde La Goteta hasta la Universidad de Alicante; los nuevos aparcamientos subterráneos en barrios como Benalúa y El Plá; y la ampliación y construcción a distinto nivel de la antigua carretera de Valencia, la avenida de Dénia, una de las arterias más congestionadas del actual viario.
Luis Díaz Alperi hace esta comparecencia pública en el ecuador de su tercer mandato como alcalde presidente del Ayuntamiento de Alicante, cuando se han cumplido diez años de su primera elección encabezando la candidatura del Partido Popular.
ALPERI PRONOSTICA UNA CATÁSTROFE ECONÓMICA SI NO PROSPERA RABASA
J. E. MUNERA / J. FAURÓ
Si el plan de Rabasa no sale adelante, se creará una situación catastrófica para la economía de la ciudad de Alicante». Con esta rotundidad se pronunció ayer el alcalde Luis Díaz Alperi durante su intervención en el Club INFORMACION, en la que ofreció su visión del presente y futuro del municipio. El primer edil realizó una cerrada defensa de la controvertida actuación urbanística, a la que vinculó con el futuro de Alicante: «Ir contra el plan de Rabasa es ir contra los intereses de esta ciudad».
En una conferencia de una hora y cuarto, Díaz Alperi explicó su modelo de ciudad con especial hincapié en el planeamiento urbanístico y los proyectos de grandes infraestructuras ante un auditorio que abarrotó el salón de actos del Club, y que participó activamente en un coloquio de otros 80 minutos con preguntas sobre la subida de sueldos de la Corporación, la presión fiscal y críticas al modelo de ciudad.
Entre el numeroso público asistente se dio cita una amplia representación de cargos públicos del PP, como el presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, y la mayoría del grupo municipal popular, así como dirigentes del mundo empresarial, sindical y universitario.
Fueron 80 minutos de intervención inicial del alcalde, quien, apoyándose en una proyección audiovisual simultánea de los principales planos y proyectos, desmenuzó una especie de programa electoral con un largo y detallado enunciado de proyectos en marcha, compromisos y declaraciones de intenciones: desde el llamativo anuncio de recuperación junto a Ripoll del proyecto de auditorio musical en Campoamor a los diferentes planes de actuación en los barrios del Norte, pasando por la reclamación de más policías nacionales en la calle o su apoyo a una futura línea de tranvía con San Juan y Mutxamel.
El alcalde trazó un pormenorizado panorama de lo que es Alicante y de lo que, a su juicio, debe ser estructurado en varios ejes centrales: los problemas del tráfico y sus «soluciones paliativas», las necesidades de los barrios y el bienestar social, la seguridad ciudadana, los grandes proyectos -palacio de congresos, Ciudad de la Luz, soterramiento de Renfe, pabellón cubierto y auditorio- y el urbanismo.
La cuestión urbanística la dejó para el final, pero, como era previsible, fue la que defendió con mayor ardor, tanto en el caso de la revisión en curso del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como en el del plan parcial de Rabasa, donde se prevé la construcción de 15.000 viviendas, unas 8.000 de ellas de protección oficial. Entre el público asistió muy atento el constructor Enrique Ortiz, que lidera la firma Viviendas Sociales del Mediterráneo, adjudicataria de esta gran intervención. Por el contrario, los dirigentes de la Plataforma contra Rabasa, el colectivo cívico que aglutina a la oposición al proyecto, brillaron por su ausencia: no asistió ninguno de los más significados.
Díaz Alperi calificó de «incomprensible» la polémica generada en torno a la oposición al plan de Rabasa, «que se trata simplemente de un planeamiento urbanístico», y la relacionó con «grupos que tienen fuertes intereses económicos, que han visto frustrados esos intereses por la decisión ya tomada de la adjudicación» a Viviendas Sociales del Mediterráneo. A partir de ahí se dedicó a rebatir las múltiples objeciones que se han planteado al proyecto y argumentó que la zona figura como de uso residencial en el Plan General, «por lo que nunca se ha sacado del mismo». A su juicio, existe una razón de peso para la ejecución del proyecto: «O planificamos suelo ya para construir en dos o tres años, o si esperamos al final del Plan General, se puede agotar el suelo para uso residencial». Según explicó, en la ciudad se han construido en los últimos tiempos 4.000 viviendas por año y, tan sólo con la mitad de la actual demanda, en los próximos cuatro años se agotaría el suelo disponible al margen de Rabasa «y se produciría, además, un considerable encarecimiento del precio de las viviendas», además de la pérdida de los recursos que genera el sector de la construcción.
El alcalde volvió a recurrir a sus tesis de que este plan ayuda a combatir «la especulación» que se registra con el sobreprecio de las VPO y de que se trata «del plan social más importante de la Comunidad Valenciana», al tiempo que rechazó que se vaya a crear un gueto en la zona «porque las viviendas serán absolutamente dignas y tendrán más calidad que algunas de renta libre». Alperi también salió al paso de las críticas por la elevada densidad edificatoria al asegurar que es de 35 viviendas por hectárea «cuando el Plan General admite hasta 75 viviendas» y agregó que reserva hasta el 46% de suelo para equipamientos. También recalcó la conservación de las lagunas como apuesta por la sostenibilidad medioambiental y que las viviendas no se construirán todas de golpe, sino que «el ritmo de construcción lo marcará el mercado».
Finalizada su defensa del plan, el alcalde quiso aclarar la reciente reclamación de reserva de suelo en el plan de Rabasa para el crecimiento de la Universidad de Alicante formulada por el rector en su discurso de apertura de curso. El alcalde explicó que si esta reserva no se había incluido fue porque la propia universidad informó a los técnicos municipales en diciembre de 2004 de que su expansión se materializaría hacia el otro lado de la autovía. Alperi redujo el asunto a «un malentendido entre los técnicos» y agregó que ya ha hablado con Jiménez Raneda, quien le ha pedido que se incluya suelo dotacional para la universidad en el proyecto. «Jamás el plan ha pretendido bloquear el crecimiento del Campus», sentenció Alperi.
En ese momento, el propio rector intervino desde el público para corroborar las palabras de Alperi, disculpar el malentendido y aseverar que el Ayuntamiento «no bloquea el futuro de la Universidad».
Previamente, el alcalde defendió la necesidad de que el nuevo PGOU prevea el necesario aumento de la demanda de viviendas que se registrará en Alicante, a lo que contribuirá «la revolución del AVE». Alperi vaticina que la población de hecho de la ciudad crecerá hasta 400.000 personas en 2020, 100.000 más que en la actualidad, «por lo que se necesitan otras 40.000 ó 50.000 viviendas». En su previsión de crecimiento hacia la circunvalación, el PGOU también contempla la creación de más suelo industrial, dos nuevas depuradoras de aguas residuales en San Juan y Fontcalent, la reutilización de estos recursos para zonas verdes, además de 2 millones de metros cuadrados de estos espacios y suelo para un tercer hospital en la zona sur, además de otros proyectos.
Rabasa volvió a aparecer en el debate posterior de la mano del catedrático de Derecho Constitucional José Asensi, que se erigió en voz crítica del «antimodelo de ciudad» que representa Rabasa. Tras ironizar con la condición de «liberal» del edil y recordar que si hay intereses serán los del propio plan, Asensi, sentado a una butaca de distancia del empresario Enrique Ortiz, cuestionó la precipitación en la aprobación del proyecto, preguntándole por qué el empeño en aprobarlo fuera del PGOU si luego se dice que las viviendas harán falta en el futuro y no de inmediato.
«El Plan General es una losa que tengo encima y he tenido que asumirlo yo por agotamiento y desesperación», había dicho momentos antes Díaz Alperi, que prometió el PGOU para enero. Negó a José Asensi la supuesta precipitación y aseguró que fueron los técnicos quienes se decantaron por la oferta de la adjudicataria, cuyo nombre confundió con el de otra constructora, lo que derivó en una nube de murmullos entre una parte del público. Pero además, el alcalde llamó «aficionados a la difamación» a quienes lanzan «falsas acusaciones a partir de calumnias» e insistió en que «quien no apoya el plan no quiere a Alicante» porque, entre otras cosas, incluye viviendas protegidas que prometió a los electores que le votaron.
RIPOLL Y EL ALCALDE RESCATAN EL AUDITORIO EN CAMPOAMOR
J. E. MUNERA
La «propuesta estrella» de la intervención del alcalde sonó a música: «Una vez despejado el traslado del mercadillo de Campoamor a la calle de Teulada, he recibido una propuesta del presidente de la Diputación [José Joaquín Ripoll] que aplaudo y en la que vamos a trabajar de inmediato para construir un auditorio en esta zona». De esta forma, y 10 años después, Díaz Alperi retoma de la mano de Ripoll aquel proyecto de auditorio musical anunciado a bombo y platillo en más de una ocasión, y nunca llevado a la práctica, por los dirigentes socialistas con José Luis Lassaletta en la alcaldía y Antonio Fernández Valenzuela, primero, y Antonio Mira-Perceval, después, al frente de la Diputación Provincial.
Aunque no concretó plazos ni presupuesto, el primer edil sí dijo que habrá financiación del Consell y vinculó este proyecto con la construcción de un aparcamiento subterráneo en la actual zona de vendedores ambulantes y con la operación integrada de amplio alcance en el entorno de la plaza de toros y la Fábrica de Tabacos, otra actuación que duerme el sueño de los justos desde hace lustros. Eso sí, el alcalde anticipó que servirá para los ensayos de la Banda Municipal y comprometió el apoyo financiero de la Generalitat «para esta iniciativa del presidente de la Diputación que es fundamental para Alicante». Insistió Alperi en la paternidad de la idea de Ripoll, lo que pone de relieve el nivel de acercamiento alcanzado entre los dos dirigentes después de meses de enfrentamientos.
El primer edil también quiso ajustar alguna cuenta pendiente con el Gobierno central socialista, al que responsabilizó del retraso en la solución del acceso Sur a la ciudad en lo que afecta a las vías de Renfe para su retranqueo y posterior ordenación de todo este área «para crear un corredor verde desde la plaza de la Puerta del Mar hasta San Gabriel». En la misma línea, el alcalde reclamó al Ejecutivo de Madrid, «sea del color que sea», una mayor presencia policial en las calles, donde la inseguridad ha aumentado en paralelo con la inmigración, puesto que, «además de personas que vienen a trabajar, también llegan otras que crean inseguridad». Alperi considera «escasa» la actual dotación de 69 agentes para tres turnos sin contar bajas ni descansos.
«LOS EDILES HACEN MÁS HORARIO QUE CUALQUIER TRABAJADOR»
JORGE FAURÓ
Alperi justificó la subida salarial de los concejales de Alicante con un argumento que hizo removerse en la butaca a más de un asistente a la conferencia. En palabras del alcalde, «los concejales son personas que trabajan con dedicación plena a esta ciudad con horarios superiores a los de cualquier trabajador».
La pregunta había sido formulada por el histórico dirigente vecinal José María Hernández Mata en el contexto de un intervención en la que contraponía al anunciado incremento del 10% en el recibo de la contribución, el IBI, las subidas salariales de hasta un 40% acordadas por los dos principales grupos de la Corporación.
Luis Díaz Alperi explicó que la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles se explica porque hace 10 años que permanece inalterable, los valores catastrales están «desfasados» y si se hubiera subido año a año con arreglo al IPC el incremento habría sido mayor. Respecto a las percepciones de los ediles, la primera autoridad local fue así de claro: hacen más horas que cualquiera, y sus nuevos sueldos «les permiten dedicarse a Alicante lo que es de justicia». Esgrimió, además, las recomendaciones de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, que, con el consenso de los partidos, ha fijado unos topes salariales máximos a los que no llega la Corporación alicantina. «Los sueldos son el chocolate del loro de los presupuestos», añadió.
A preguntas de otro asistente que cuestionó la proliferación de centros comerciales, el alcalde aludió a que ha «tenido que tragar» con algunos de ellos por herencia de gobiernos socialistas anteriores. Tras salir en defensa del pequeño comercio, citó Alcampo, Gran Vía y Puerta de Alicante, tramitados antes de su acceso a la Alcaldía, y distinguió entre centros comerciales y grandes superficies, a los que consideró, sin embargo, producto de la demanda de los consumidores.
El palacio de congresos del Benacantil resucitó en el coloquio. Pese al decidido enclave en La Sangueta, Alperi no descartó dedicar las faldas del Castillo de Santa Bárbara a construir un edificio emblemático si el Supremo resuelve en favor del Ayuntamiento el contencioso que aún colea. También habló de la primera línea de La Albufereta, y avanzó que está en conversaciones con Costas para que permitan al Ayuntamiento adecentar el entorno sin ser sancionado.
LA OPOSICIÓN HACE MUTIS POR EL FORO Y EL PP ASISTE AL COMPLETO
C. R. FORNER
Ningún representante de la oposición aprovechó la oportunidad de la comparecencia del alcalde para escuchar su visión de ciudad y plantearle preguntas ante un público numeroso. No hubo ni un solo concejal del PSOE ni tampoco acudió la portavoz de EU. Tampoco asistieron otros cargos de estas formaciones. En cambio, Antonio Arques, del Bloc, sí hizo acto de presencia para plantear sus interrogantes a Díaz Alperi.
Por el contrario, el grupo municipal del PP arropó casi al completo al alcalde, incluidos el presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll y el vicepresidente Miguel Valor. María José Rico fue la única que se ausentó.
Llamó la atención la presencia poco habitual en este tipo de actos de Elisa Díaz, hija del alcalde.
Una asistencia destacada fue la de Enrique Ortiz, que llegó del «brazo» de su ya compañero en la propiedad del Hércules y ex presidente del Valencia Paco Roig, que está en pleno proceso de «inmersión» en la ciudad. El empresario aguardó en la puerta hasta la llegada del alcalde y aprovechó para saludar a numerosos asistentes, desde el presidente de la Cámara de Comercio, Antonio Fernández Valenzuela, al gerente de Urbanismo, Enrique Sanus. También conversó con el edil de Tráfico, Luis Concepción y, a la hora de tomar asiento, lo hizo junto al secretario general de CCOO de L?Alacantí y Les Marines, José de La Casa.
Hubo una nutrida presencia de empresarios, como Joaquín y Antonio Arias, acompañados por Enrique Zamora, todos del grupo SuBús. No faltaron Pepe Bernabé, presidente de Asurbal, la Asociación de Urbanizadores de Alicante, ni Enrique Barreneche y Ramón Mañas, de Fundesem. Otros asistentes fueron el empresario Manuel Peláez, el presidente del Alicante, Antonio Solana; Valentín Botella, presidente del Hércules; Juan Vivó, director de El Corte Inglés; y Luis Castillo, del Etosa.
Con ellos estuvieron el rector de la Universidad de Alicante, Ignacio Jiménez Raneda, los vicerrectores Jesús Pradells e Isabel Lifante y la secretaria general del Campus.
Del ámbito comercial asistieron el presidente de los Mercados Municipales, Domingo Martínez; el de Pla Carolinas, Manuel Nieto, y el del Casco Antiguo, Antonio Sobrino. Al acto acudieron también representantes vecinales como Lucas Medina, de Polígono de San Blas, Francisco Sánchez, de Campoamor y Joaquín López, de la Plataforma Renfe, además del histórico José María Hernández Mata, y el presidente de la Coordinadora, José Luis Valdés, entre otros.
No faltaron técnicos municipales y policías, destacando la presencia de Gaspar Mayor, del Patronato de la Vivienda, y la del flamante presidente de la Gestora de Hogueras, Pedro Valera, junto a su antecesor, José Manuel Lledó.
El artista plástico Saulo Mercader también acudió, al igual que los abogados Joaquín Galant y Alejandro Bas, entre otros.