INTERVIENEN:
EMILIO CARREÑO HERRERO. Jefe de área de la Red Sísmica Española. Instituto Geográfico Nacional. Ministerio de Fomento. Madrid.
JOSÉ JUAN GINER CATURLA. Responsable de la Red Sísmica de la Universidad de Alicante
LUIS CAPELL BORE. En representación del Colegio de Arquitectos
FLORENTINO REGALADO. En representación del Colegio de Ingenieros de Caminos
JOSÉ FRANCISCO PAPI MAGAN. En representación del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Alicante
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
LOS EXPERTOS PIDEN UNA PLANIFICACIÓN QUE CONTEMPLE LOS RIESGOS SÍSMICOS
F. J. BENITO
Geólogos, arquitectos, ingenieros y aparejadores reclamaron anteayer, en el marco del debate sobre terremotos organizado por le Club INFORMACION, la redacción de una planificación urbanística específica que regule la construcción a fin de prevenir los efectos de un movimiento sísmico en Alicante. Posibilidad más que probable debido a la peculiar composición del subsuelo -sobre todo en la Vega Baja y Alcoy- y la ubicación de las fallas. Los expertos reunidos en el foro de debate -seguido por más de cien personas en el salón Albufereta del hotel Meliá- coincidieron al denunciar que de nada sirve el cumplimiento estricto de la norma sismorresistente en la construcción de un edificio si no existe antes una planificación adecuada del territorio. «Lo mismo que no se puede construir una urbanización en el cauce de un barranco, tampoco debiera tener vía libre el levantarla en una ladera inestable». Aseveración del arquitecto Florentino Regalado, que resume el sentir de los ponentes del debate celebrado el lunes.
Emilio Carreño, responsable de la Unidad Sísmica del Ministerio de Fomento, comenzó su intervención recordando que sólo tenía noticia de un terremoto -China, 1964- que se hubiera podido predecir. «No existe un cálculo determinado de cuándo vamos a sufrir un movimiento sísmico. Comportamiento de los animales, pozos que se nturbian… en Islandia están trabajando con rigor. Existen también unos satélites que detectan la temperatura de la tierra en un determinado momento y cuanto más caliente, más riesgo. Actuaciones que son importantes pero no definitivas». Para Carreño, la mejor prevención de un terremoto «es la construcción de edificios que no se colapsen; materiales que no se rompan y, sobre todo, una planificación del territorio. Saber donde se puede construir y donde no».
Juan Giner, compañero de Carreño desde la Universidad de Alicante, donde dirige la unidad de estudio de la sismicidad -nació en 1989-, señaló que la actividad sísmica en Alicante es moderada e insistió -una constante en todos los ponentes- en la necesidad de conocer cómo va a evolucionar el suelo. Giner avanzó que el próximo sensor, financiado por la Diputación, se instalará en Tabarca.
Luis Capell, arquitecto y ex presidente del Colegio Provincial, se mostró rotundo al afirmar que «visto que los expertos en sismicidad han avanzado mucho e incluso disponemos ya de información acerca de las minifallas de nuestro territorio, lo que urge es una legislación que fije la prohibición de edificar en los lugares de riesgo». Capell aseguró que «en general la normativa sismorresistente se cumple, pero notó a faltar que ésta haga alusión a la planificación urbanística». El arquitecto se dirigió a Carreño y Giner instándoles a que «fuercen a quien haya que forzar -Administración- para que lo que acaba de señalar se lleve a cabo». Capell fue también muy crítico por la situación de la construcción en Torrevieja. «Muchas promociones no es que no cumplan la norma sismorresistente, es que no cumplen norma alguna conocida». El arquitecto lamento que «los intentos que hubo en su día para llevar a gente al juzgado resultaron baldíos. Los poderosos siempre ganan», subrayó Luis Capell.
El ingeniero Florentino Regalado, que se reveló como un enamorado de todo lo relacionado con los terremotos, comenzó advirtiendo que «un ingeniero no puede hacer nada para construir en una manzana». Tras su afirmación, Regalado reclamó la necesidad de «planificar nuestras ciudades y nuestro desarrollo precediendo los fenómenos. Planificacar las ciudades. Diseñar y calcular estructuras que no se colapsen es una utopía, no hay dinero. Sí que hay edificios donde debiéramos esmerarnos a tope como hospitales, parques de bomberos, centros de comunicaciones…». Este ingeniero comentó, no obstante, que «con las construcciones que hacemos, los terremotos no causarán grandes destrozos. Aguantarían bien. No obstante, debemos estar preparados y conocer al detaller cómo reaccionar ante un sismo».
Por último, Francisco Papí, aparejador, recordó que «la mayor parte de los edificios de Alicante son anteriores a 1994, de antes de la norma». Papí lanzó la idea de «realizar un estudio para conocer al detalle el estado actual de los edificios de la provincia para después actuar sobre ellos, estableciendo un orden de prioridades». Papí advirtió que «en la costa las fincas están muy deterioradas con las estructuras oxidadas por el clima. Hay que concienciar a la sociedad». En este sentido, todos coincidieron en la necesidad de establecer libros de registro de los edificios. «Una especie de ITV de los inmuebles que garantice su mantenimiento».