Horario: de lunes a viernes de 17.30 a 21.30 horas;
sábados, domingos y festivos de 11 a 14 horas
LUGAR: Sala de exposiciones del Club INFORMACION
Avda. Doctor Rico, 17 – Alicante
PINCELADAS DISTINTAS
Tres historias personales con todos sus matices, tres obras diferentes, tres visiones de concebir el procesocreativo. Jerjes Llopis, Erik Coca y Esther Rivas desnudan su arte en el Club INFORMACION dentro de la exposición«Proyecto Joven».
SERGIO ILLESCAS
Revisar un concepto tan genérico y a la vez tan amplio como es de la propia pintura es el leitmotiv de la colección que hoy inaugura en el Club INFORMACION a partir de las ocho de la tarde la artista toledana Esther Rivas. En sus obras, ancladas bajo el título «De pintura», analiza esa relación que existe entre el modelo de una pintura y la imagen que está en el cuadro. «De alguna forma profundizo en la ausencia de modelos. Si te fijas en mis obras, en las que utilizo siluetas en negro, no tienes muy claro si estás observando desde detrás o desde delante del bastidor», comenta la artista, que suele usar imágenes tomadas de cuadros clásicos de artistas como Velázquez o Goya. Y es que, de alguna manera, Rivas intenta también establecer una relación entre espacio y tiempo. «Sin duda, hay una frase de Mallarmé que resume muy bien mi intención con este tipo de creaciones: “Digo: ¡una flor! y fuera el olvido al que mi voz relega todo el contorno, en tanto que algo distinto de los cálices conocidos, se alza musical musicalmente, idea también y suave, la ausente de todos
los ramos», asegura.
Las ideas son, claramente, los nexos que unen las diferentes obras que el artista Jerjes Llopis presenta dentro de «Proyecto Joven», que organiza el vicerrectorado de Extensión Universitaria de la Universidad de Alicante. «Esto cuadros, en conjunto, son algo así como un diario de imágenes. Es un espacio de la historia cotidiana, de cosas que me han podido pasar a mí o a gente que me rodea. De hecho, intentan captar la inmediatez del momento, por lo que los bocetos, si los ves, no difieren demasiado de las obras», comenta Llopis. A la vez que utiliza un dibujo naif para no manipular los pensamientos que le asolaban en el momento de creación, y actuar, de alguna manera, como una cámara fotográfica en su propia mente, revitaliza la técnica del dibujo, «que hasta ahora se había visto como una herramienta básica a la hora de plantear una obra, pero en realidad, hay que darle mucha importancia, ya que es la base de todas las demás», resalta.
«Quizá la gente que me conoce y la que no, lean de manera diferentes los mensajes visuales que intento mandar. Incluso yo, conforme más los veo, descubro nuevos matices o pensamientos», dice.
