INTÉRPRETES:
MARISOL DÍAZ AZORÍN. Soprano
JOSÉ GARBERÍ. Piano
OBRAS DE: Paisiello, Scarlatti, Giordanni, Fauré, Massenet, Martini y Mozart, en la primera parte, y canción española de Ginastera, Falla, Granados, Obradors y Toldrá en la segunda parte
EXCEPCIONAL ACTUACIÓN DE LA SOPRANO MARISOL DÍAZ AZORÍN
BERNABÉ SANCHIS
Marisol Díaz Azorín está consiguiendo una sólida formación musical desechando «vicios» y puliendo su voz. Interpretó un difícil y «peligroso» programa compuesto por una primera parte de clásicos del siglo XVIII y XIX abarcando diferentes estéticas y formas musicales de los compositores Paisiello, Scarlatti, Giordanni, Fauré, Massenet, Martini y un Aria de «Las bodas de Fígaro» de Mozart que nos mostraron a una Marisol sorprendentemente desconocida, con la seguridad que proporciona una buena técnica aplicada a su robusta y bien timbrada voz.
La vocalización, dicción y frase nos hacen intuir que la soprano alicantina está en el camino correcto para su perfeccionamiento en la tarea de pulir la voz.
En la segunda parte Marisol cantó una serie de canciones de compositores españoles, si exceptuamos al brasileiro Ginesterra (canción al árbol del olvido), compuesto de un muestreo de lo mejor de la lírica española: Falla con «Tus ojillos negros», Granados con el «Tra la la» y «La tonadilla del majo tímido», la breve pero exquisita melodía de Obradors «Del cabello más sutil», terminando con el compositor catalán Eduardo Toldrá del que interpretó dos románticas y estupendamente armonizadas melodías «Después que te conocí» y «Madre unos ajuelos vi». La interpretación rezumaba una gran sensibilidad y pureza de estilo. Hay que agradecer a la soprano que escogiera un recital de alto grado compositivo y que tuvo una excepcional acogida entre los melómanos que llenaban el auditorio de la CAM. Hemos de destacar la callada pero no por eso menos valiosa labor del gran maestro alicantino don José Garberí, pianista y compositor notable, que estuvo francamente formidable en su «papel» de pianista acompañante. De los poemas del poeta alicantino Vicente Múgica, que ha musicado el insigne maestro, tuvimos ocasión de escuchar una muestra excepcional poéticamente y musicalmente en los bises ofrecidos por este dúo excepcional de alicantinos. También nos regalaron la archiconocidísima habanera de la ópera «Carmen» de Bizet.
En Alicante existe una verdadera afición a la lírica y consecuentemente una pléyade de cantantes amateurs que estudian y tratan de abrirse camino en el difícil arte que es este «género».
Estas actuaciones de artistas locales deberían prodigarse para dar una oportunidad a la gente de la «terreta» que, salvando las distancias que existen entre la admiración de los super famosos «Divos del Bel Canto, pueden y deben hacer música de cámara con mucha dignidad y categoría artística.