Interviene
Ximo Puig Ferrer. Secretario general del PSPV-PSOE y candidato a la presidencia de la Generalitat Valenciana
Presenta:
Juan Ramón Gil. Director del Diario INFORMACIÓN
PUIG: «EL CONSELL ES UN ZOMBI QUE DEPENDE DEL PULGAR DE MONTORO»
M. ANDREU / A. FERNÁNDEZ
Ximo Puig presentó ayer en el Club INFORMACIÓN su proyecto para dirigir la Comunidad a partir de mayo de 2015. Ante un auditorio abarrotado, el secretario general del PSPV advirtió de la «dramática» situación por la que atraviesan las comarcas valencianas, censuró el «rumbo desnortado» del actual Consell, desveló algunas propuestas que impulsará si llega al Palau e incluso lanzó algún guiño velado a sus hipotéticos socios en un futuro gobierno. Puig fue muy gráfico. Especialmente, cuando habló de la coyuntura económica de la Comunidad. «La situación económica es insostenible. El Consell es un zombi que depende del pulgar de Montoro para pagar las nóminas. La Comunidad Valenciana no aguanta más con este modelo de financiación. Vamos al crack», proclamó.
El actual sistema de reparto de fondos focalizó una parte importante de su discurso. Lo consideró «extremadamente poco transparente» e «injusto», y recordó que es el principal culpable de que la deuda financiera de la Comunidad roce ya los «35.000 millones de euros». «No puede ser que cada valenciano reciba 204 euros menos que la media de España para Sanidad y Educación. Este Gobierno está generando un problema a la Comunidad», continuó.
Puig admitió que la discriminación que sufre la Generalitat no obedece solo a las políticas del PP. El anterior Gobierno central, capitaneado por José Luis Rodríguez Zapatero, también ha de asumir parte de culpa. «La injustificable insuficiencia financiera viene de lejos. Los gobiernos del PP han sido muy negativos para esta Comunidad, pero es que los gobiernos del PSOE tampoco fueron suficientemente justos. Todo ello ha conducido a una deuda histórica que supera los 13.000 millones y a recibir todos los años inversiones por debajo de la media de España en relación al número de habitante», espetó.
Su discurso, no obstante, no empezó por ahí. Tal y como era previsible, el líder del PSPV comenzó loando el proceso de primarias abiertas que le ha encumbrado y que se ha convertido en el espejo en el que ya miran otras direcciones nacionales del PSOE: «Hay que innovar en política, escuchar todas las voces y codecidir. Las primarias han sido un instrumento para revitalizar la democracia», continuó.
Durante los 60 minutos que se prolongó su intervención, el también diputado en el Congreso trató de despejar tres incógnitas. La primera, dónde estamos. «Es imprescindible superar la manipulación que ha sufrido Alicante. La provincia ha vivido una especie de despotismo ilustrado: “Todo para Alicante, pero sin Alicante”». Puig se comprometió a dar voz a la provincia y abogó por potenciar una estrategia territorial que fomente un diálogo entre la capital y Elche. Porque la provincia, al igual que el resto de la Comunidad, se encuentra «en una situación de emergencia ética, económica y social».
La segunda cuestión que trató de responder el secretario general del PSPV fue «cómo hemos llegado hasta aquí». Puig halló tres causas. Una, el «modelo económico equivocado» que impulsó el PP basado en el ladrillo. La segunda, la «invisibilidad» de la Comunidad ante España, que se ha terminado traduciendo en «infrafinanciación y desinversión». Y la tercera, un Consell que creó «muchas esperanzas», pero que acometió «una gestión profundamente errónea».
La última pregunta que formuló Puig se centró en cuál debe ser el camino a seguir. Éste pasa por «remoralizar» la política, cambiar el modelo económico e invertir la espiral de «más pobreza y menos derechos». Fue entonces cuando lanzó dos guiños a sus posibles socios en un hipotético futuro gobierno. En primer lugar, anunció que si se convierte en el nuevo presidente de la Generalitat, creará un banco público para favorecer las inversiones en las pequeñas y medianas empresas. Esa propuesta ya venía recogida en los programas electorales de Compromís y EUPV en las pasadas elecciones autonómicas. Acto seguido llegó otra iniciativa compartida. «Rescataré la sanidad privatizada, derogaremos el copago (habló en plural) y haremos de la sanidad pública la mejor de todas», añadió.
Puig no quiso despedirse sin hacer un alegato hacia la clase política. «N0 hay alternativa a la política y la democracia representativa. Ante un gobierno desnortado y sin respuestas, propongo un nuevo proyecto con un rumbo claro: alcanzar un horizonte de prosperidad». El líder de los socialistas valencianos cerró su discurso tendiendo la mano al resto de partidos y proponiendo los «Pactos de la Generalitat», una iniciativa que persigue «salir juntos» de la situación de «atasco» en la que se encuentra inmersa la Comunidad Valenciana.
«VAMOS A CREAR UN CÓDIGO ÉTICO QUE DEBERÁN FIRMAR TODOS LOS ALTOS CARGOS»
Ximo Puig aseguró ayer que su partido va a ser «radical» en la «ejemplaridad de los cargos públicos». En este sentido anunció que «el futuro gobierno socialista creará un código ético que deberán firmar todos los altos cargos y que implicará la pérdida de dicho cargo público en caso de corrupción».
Puig aseguró que «los políticos tienen la obligación de rendir cuentas a los ciudadanos, quienes deben dejar de percibir esa imagen de su impunidad».
El secretario general de PSPV añadió que su partido luchará por acabar con el aforamiento de los altos cargos en casos de corrupción que no sean de libertad de expresión y por «no indultar a los condenados por corrupción».
En este sentido el socialista habló de la necesidad de «remoralizar la vida pública, ya que no hay que olvidar que la corrupción es una de las mayores preocupaciones para los ciudadanos».
«Hay que atajar las raíces de la corrupción, un problema del que los alicantinos saben mucho, con imputados que permanecen en instituciones como si no pasara nada. No podemos olvidar que si la política entra en crisis, entra en crisis la democracia».
Esta no fue la única crítica que el candidato socialista a la Generalitat hizo hacia la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, a quien reprochó, durante una respuesta al alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, que no haya facilitado la conexión del AVE con Benidorm. «Tener a Benidorm en la provincia es un lujo y es incomprensible y de falta de sentido común que no se haya resuelto esta situación».
A preguntas de los asistentes acerca de su posición acerca del futuro de la educación y la sanidad públicas, Ximo Puig respondió que «la sanidad debe ser universal, pública y gratuita» añadiendo que «la sanidad pública debe liderar el sistema con posibles acuerdos puntuales con la privada. Una sanidad que atienda al enfermo al margen de la cartera que tenga». En cuanto a la educación, el discurso de Puig fue similar, defendiendo una «educación pública hegemónica que pueda coexistir con la privada y la concertada, siempre que esta última se rija por los mismos principios que la pública atendiendo al interés público general y sin permitir escuelas en las que segregue entre niños y niñas».
Los asistentes al acto también preguntaron al dirigente socialista por cuestiones como la lucha contra la violencia de género o la ayuda al tercer mundo. Puig señaló que «la Generalitat está ausente en la lucha contra esta auténtica lacra social, y el Gobierno de España ha dejado de incentivar a las mujeres para que denuncien los casos. Creo que hay que luchar contra el machismo desde campañas de concienciación que se tienen que iniciar en la escuela». Por otra parte, expresó su compromiso con la solidaridad internacional.
UNA TELEVISIÓN PÚBLICA Y SOSTENIBLE
Ximo Puig fue especialmente duro con la gestión que el PP ha hecho de Radio Televisión Valenciana y el cierre de la misma. «Nosotros creemos y apostamos por una televisión pública, sostenible y plurar, que atienda al interés general. Una televisión pública que es necesaria no sólo para informar, también para defender una lengua propia y como elemento de interconexión de toda la Comunidad Valenciana»
El socialista añadió que «es lamentable que los valencianos estemos pagando 200.000 euros a unos trabajadores a los que se les impide ejercer su labor y por unos eventos deportivos que nunca se van a emitir. Nosotros apostamos por un modelo de televisión público muy distinto al del PP que ha generado una deuda de 1.300 millones de euros». Además defendió la necesidad de incentivar la industria cultural, especialmente la audiovisual. A.F./M.A