Organiza: Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández
INTERVIENE:
PERE BERBEL NAVARRO. Unidad de Neurobiología Celular en el Instituto de Neurociencias de Alicante
PRESENTA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Director del Club INFORMACION
CURRÍCULUM
Sabadell, Barcelona, 22.06.1951
Licenciatura:
Licenciado en Biología. Universidad Autónoma de Barcelona. 1978
Doctorado:
Doctorado en Ciencias. Universidad Autónoma de Barcelona, 1981
Estancias postdoctorales:
1981-1983 Beca post-doctoral en la Unidad de Biofísica. Instituto Cajal (C.S.I.C.), Madrid.
1983-1986 Beca post-doctoral en el Institute of Anatomy. University of Lausanne (Suiza).
1986-1987 Premier Assistant en el Institute of Anatomy. University of Lausanne (Suiza).
1987-1988 Profesor Titular en el Departamento de Morfología. Universidad de Alicante.
1988-1994 Profesor Titular en el Departamento de Histología. Universidad de Alicante.
1994-1997 Catedrático en el Departamento de Histología. Universidad de Alicante.
1997-pres. Catedrático en el Departamento de Histología y Anatomía. Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante).
Estancias anteriores:
1995 Secretario del Departamento de Histología. Universidad de Alicante.
1996-1997 Director del Departamento de Histología. Universidad de Alicante.
1997-2003 Miembro de la Comisión Gestora de la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante).
1997-1998 Director de la Unidad para la Innovación de la docencia e informática de la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante).
2000-2001 Director del Departamento de Histología y Anatomía. Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante).
2001-Actl. Director de la Unidad de Neurobiología del Instituto de. Neurociencias. Universidad Miguel Hernández-CSIC (Alicante).
Situación actual:
Catedrático de Catedrático en el Departamento de Histología y Anatomía. Universidad Miguel Hernández de Elche desde 1997
Líneas de investigación:
Desarrollo y organización de la corteza cerebral. Migración neuronal y desarrollo de conexiones. Papel de las hormonas tiroideas maternas y fetales.
EL DÉFICIT LEVE DE HORMONA TIROIDEA EN LA GESTACIÓN ALTERA EL DESARROLLO MENTAL DEL NIÑO
ROSA ANA FRAILE
Carecer de niveles adecuados de hormonas tiroideas durante el embarazo por falta de yodo produce hipotiroidismo en el feto y alteraciones neurológicas tales como síndrome de hiperactividad y deficiencia de atención o un coeficiente mental por debajo de la media. Esta es la principal conclusión de una de las últimas líneas de investigación que sigue la Unidad de Neurobiología Celular del Instituto de Neurociencias de Alicante, liderada por el catedrático de Fisiología Pere Berbel.
«Cerebro y hormonas» fue el título de la tercera y última jornada de la quinta edición de la Semana del Cerebro ?iniciativa anual que se celebra de forma conjunta en 55 países coordinada por la Asociación Europea del Cerebro DANA?, que ha tenido lugar durante los últimos tres días en el Club INFORMACION, gracias a la colaboración del Instituto de Neurociencias y la Universidad Miguel Hernández.
Antes de exponer los resultados del estudio, el investigador hizo una introducción sobre lo que es el cerebro, las hormonas y sus tipos, centrándose en las esteroides (sexuales) y tiroideas.
Berbel definió a estas últimas como las causantes de la modificación de la inteligencia. El déficit de las hormonas tiroideas provoca disminuciones graves hasta el punto de provocar retraso mental. Cuando los niveles de hormonas T3 (tiroxina) y T4 (triyodotironicia) son bajos se produce hipotiroidismo, una patología que si ocurre en la edad adulta no resulta muy grave pero que tiene consecuencias devastadoras si se produce durante el desarrollo del cerebro. La falta de yodo es la causante del mal funcionamiento de estas hormonas que puede provocar la muerte del feto, retraso mental, epilepsia o dislexia, etc. Es lo que se conoce como cretinismo. En España todavía existen zonas con cretinismo endémico que se localizan en las Urdes y en Galicia, según explicó Berbel.
Para que funcionen estas hormonas se necesita yodo que aportan los productos de mar o la sal yodada. En España sólo un 30% de la población consume sal yodada, razón por la que el catedrático recomienda que ante un embarazo se hagan analíticas de la hormona tiroidea para ver si es necesario incrementar la ingesta de yodo.
La novedad de la investigación del equipo de Berbel radica en la constatación de que, aún cuando los niveles de hormona tiroidea no sean tan reducidos como en el hipotiroidismo, se ha demostrado que la gestante «puede tener suficiente cantidad de yodo para ella pero no para el feto, lo que provoca un déficit de la hormona T4 o hipotiroxinemia». Según estudios realizados en EE UU y Holanda, uno de cada veinte niños tiene alteraciones neurológicas por esta razón.
«Para el desarrollo normal del cerebro del feto del niño es necesario un nivel de hormonas tiroideas normal y la mujer debe asegurarse que puede sintetizar las suficientes para ella y para su hijo. De lo contrario, los daños que se producen son irreversibles», indicó Berbel.
En el caso de las hormonas sexuales, Berbel habló de la acción que ejercen sobre el cerebro. Los extremos vendrían dados por cuerpos masculinos en cerebros masculinos y cuerpos femeninos en cerebros femeninos. En medio, toda una gama de situaciones intermedias. «Los factores genéticos determinan el sexo, pero las hormonas lo condicionan», explicó Berbel.
