Organiza: Ediciones Siruela
INTERVIENEN:
JOSÉ MARÍA GUELBENZU. Escritor
GUSTAVO MARTÍN GARZO. Escritor
OFELIA GRANDE. Directora Editorial de Siruela
ACÉRCATE A LAS TRES G´S DE SIRUELA
La cabeza del durmiente, de José María Guelbenzu
Esta es la historia de una niña que ayudó a su hermano a cruzar el umbral de la adolescencia, a descubrir su fortaleza ante sus mayores, a no cerrar los ojos ante lo incomprensible…
La joven de las naranjas, de Jostein Gaarder
Mi padre murió hace once años, cuando yo sólo tenía cuatro. Creí que no volvería a saber nada de él, pero ahora estamos escribiendo un libro juntos…
Tres cuentos de hadas, de Gustavo Martín Garzo
Una tarde, a su regreso de la escuela, una niña vio a un pájaro preso en las redes de su vecino, que era pescador. Era de color pardo, menudo y con ojillos brillantes, y la niña se acercó para ayudarlo.
«Un cuento tiene que ser complejo pero con final feliz»
El escritor Gustavo Martín Garzo afirmó ayer, sobre su libro «Tres cuentos de hadas», que este género narrativo «debe ser complejo pero con final feliz, para que el niño entienda que en la vida pueden surgir problemas».
«Pero basta con ser obstinado y trabajador para superarlos», matizó el autor, ahora sumergido en las historias infantiles de su último trabajo, historias en las que los personajes tiene poco dinero, trabajan duramente y padecen enfermedades, aunque no por ello dejan de suceder hechos extraordinarios y llenos de magia.
Martín Garzo estará hoy en Alicante donde, a las 10.30 horas, presentará su libro en el Club INFORMACION, junto a José María Guelbenzu que hará lo propio con «La cabeza del durmiente». Al acto asistirá también la directora de Siruela, Ofelia Grande.
Con «Tres cuentos de hadas», Martín Garzo pretende reflejar la sociedad en que vivimos. «La vida es triste, y por tanto, la literatura debe mostrar esa tristeza, que es la memoria de la vida; lo importante es reaccionar ante las adversidades».
Guelbenzu considera que «es mejor no vivir de la literatura»
J. A. GIMÉNEZ
El escritor José María Guelbenzu, que ayer participó junto al también autor Gustavo Martín Garzo y la directora de Ediciones Siruela, Ofelia Grande, en una presentación de libros para escolares celebrada en el Club INFORMACION con motivo de los 20 años del suplemento «La tiza», manifestó a este diario que «las lecturas inadecuadas provocan rechazo» a los niños, por lo que aboga «por encontrarles los libros que les despierten interés».
En este sentido, aunque le parecen bien fenómenos como el de «Harry Potter», el autor de «La cabeza del durmiente», obra que presentó ayer, señaló que «sería interesante hacer una encuesta para ver cuántos niños saltan de ?Harry Potter? a otros libros».
El escritor atribuye el éxito de la serie de J.K. Rowling a que «su ritmo es trepidante, no para nunca». De ahí que afirme que «no les mete en otro tipo de lectura que necesita momentos de reflexión». «Todo lo importante obliga a un esfuerzo y leer lo es», argumentó para «explicar» los bajos índices de lectura en España.
En cuanto a la creación literaria en España, José María Guelbenzu indicó que «quien escribe por vocación tiene las mismas dificultades que hace años para publicar», pero precisa que la diferencia está en que las editoriales «ahora no ponen ojo en ver si algo es bueno o no, sino si se puede vender».
Esto provoca, a su juicio, que pocos escritores «se lo tomen en serio», ya que caen rendidos «a las modas y sus historias son muy parecidas». «Están muy condicionados por querer llegar a vivir de la literatura», aseveró el autor de «El mercurio», que opina que «es mejor no vivir de ella», sobre todo en un mercado en el que ahora rige la máxima de «vender el mayor número de libros en el menor tiempo posible». Respecto a los premios literarios, Guelbenzu subrayó que «algunos tienen pinta de estar amañados, pero otros como el Nadal, en el que yo he estado de jurado, puedo decir que no lo están». En algunos casos, apuntó, «el editor le dice a un escritor que se presente porque le puede caer, y eso me parece legítimo». En general «los premios menores son los más limpios», sentenció. Preguntado por los ingredientes de una buena novela, Guelbenzu contestó que «si supiera dónde están, yo estaría siempre allí».