DATOS DEL EVENTO

  • EMPIEZA
    31-05-2010
  • TERMINA
    01-01-1970

INTERVIENE
INOCENCIO ARIAS LLAMAS
. Autor del libro. Embajador de España. Ex Secretario de Estado

PRESENTA
JORDI SÁNCHEZ NAVAS
. Director del Club INFORMACION

INOCENCIO ARIAS DESVELA «LA TRASTIENDA DE LA DIPLOMACIA»
JORDI NAVAS

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¿Encontraron los españoles tan deslumbrante a Eva Perón como se nos ha hecho creer? ¿Qué química surgió entre Reagan y Gorbachov que permitió enterrar la Guerra Fría a pesar de los roces entre sus esposas? ¿Confiaba realmente Aznar en el criterio de Bush? ¿Cómo debutó doña Letizia en la escena internacional? Las respuestas las tiene Inocencio Arias, quien durante 30 años ha observado el mundo desde la atalaya del embajador, el secretario de Estado y el portavoz de la cancillería. Su experiencia ha quedado registrada en el libro «La trastienda de la diplomacia», que el autor presenta esta tarde, a partir de las 20 horas, en el Club INFORMACION (avenida Doctor Rico 17 de Alicante).
Bajo el estimulante título «Visitantes y ausentes (de España): De Eva Perón a Barack Obama», la conferencia del que fuera también director general del Real Madrid ofrece la posibilidad de asomarse al restringido mundo de la diplomacia internacional para conocer los secretos, las peculiaridades y las anécdotas de los personajes que han hecho historia. Pero el libro de Inocencio Arias, escrito en colaboración con la periodista Eva Celada, no se limita a reseñar los encuentros y desencuentros de los líderes mundiales. Su pluma disecciona los complejos procesos geopolíticos que se han venido registrando a lo largo de las últimas décadas y el papel desencadenante que han jugado aspectos relacionados con la diplomacia y el protocolo.

EL PERFIL

Inocencio F. Arias representa, para la mayoría de los ciudadanos, la imagen de la diplomacia española. Nacido en Albox (Almería) en 1940, y diplomático de carrera desde hace más de 30 años, se ha granjeado una indiscutible popularidad por la continudad en el desempeño de los cargos de mayor representatividad en la escena internacional. Portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores durante los gobiernos de UCD, PSOE y PP y también ha ocupado el puesto de secretario de Estado de Cooperación durante la década de los 90. Entre los destinos a los que le ha conducido su quehacer están Bolivia, Argelia y Portugal, aunque tal vez sea el puesto de embajador de España en la ONU el que mayor proyección le ha proporcionado ante la opinión pública. Ello con permiso de su etapa como director general del Real Madrid. J. N.


INOCENCIO ARIAS: «EL GOBIERNO TIENE MUCHOS PALMEROS Y UN GRUPO SECTARIO MAYOR QUE LOS ANTERIORES»
Entrevista por JORDI NAVAS

Cuenta en su libro la andanada verbal que lanzó a los diplomáticos el actor y escritor Peter Ustinov cuando los definió como «maître de hotel distinguidos». ¿Qué rol juegan hoy los diplomáticos?
Los diplomáticos han sido ninguneados con frecuencia por los políticos, y más ahora con el desarrollo de las comunicaciones. El que piense que somos prescindibles es un idiota. Pero no cabe duda de que nuestra importancia ha decaído. Si el ministro de Asuntos Exteriores, que puede ver a sus colegas tomando un Mystère, tiene teléfono móvil, internet y fax, la persona que transmitía los mensajes ha perdido importancia. Ha de estar allí, para informar sobre los derroteros del país en que se encuentra acreditado, y tiene que olfatear, pero como negociador o transmisor de noticias ha perdido importancia.

En su nuevo libro, usted critica a los «yes man», a los palmeros.
Todos los líderes políticos tienen palmeros y están influidos por un grupo sectario. El gobierno actual tiene un número considerable de palmeros y un grupo sectario más numeroso que otros ejecutivos anteriores. Hacen las palmas con más fuerza y a lo largo de mi último libro doy varios ejemplos, como cuando Zapatero no se puso de pie al paso de la bandera estadounidense. Esta actitud fue la que hizo que Bush nunca lo recibiera.

¿Deben los diplomáticos poner sentido común en ciertas situaciones?
En el libro explico el caso de la foto de las hijas de Zapatero con Obama. No considero funesto, esperpéntico o absurdo que fueran vestidas así. Probablemente, si fueran mis hijas, yo les habría dicho que no era el día, pero si hubieran insistido, puede que habría acabado transigiendo. Eso sí, después no te puedes asombrar de que la mayoría de España se cachondee de ti. El problema lo vuelven a crear los palmeros. Algún asesor debió decirle: «van vestidas atípicas y todo lo que va a la Casa Blanca o donde esté el amo del mundo, que es Obama, sale publicado más pronto a más tarde». Es una cuestión de conocer las consecuencias que tiene alterar, aunque sea levemente, el protocolo, dando pie a que se rían de ti. Luego tienes que volverte loco para evitar que lo publique la agencia oficial (Efe) y pedir a la Casa Blanca que la quiten de la web. Un papelón.

En el libro pasa revista a momentos claves y a personalidades históricas. Empezando por Evita.
Tengo dos imágenes del Nodo grabadas en mi memoria, la visita de Evita y el gol de Zarra a Inglaterra en el mundial de 1950. La visita de Evita fue cacareada por el régimen de Franco porque España estaba totalmente aislada. Que llegara una persona con su proyección internacional, sobretodo en el continente Latinoamericano, y que viniera con el pan debajo del brazo, justificaba el interés.
Estuvo 26 días y se hizo un despliegue monumental de la visita. El otro hito de la época fue la llegada de Eisenhower en 1959. No es que los regímenes occidentales se fueran a meter en la cama con Franco, pero se podía dialogar con él. Sobre todo porque la Guerra Fría había hecho que el solar de España valiera mucho dinero.

¿Qué papel jugó Franco?
Eisenhower se llevó mejor impresión de Franco de la que se esperaba. Como Franco es el innombrable, no se suele contar, pero en el libro recuerdo una frase curiosa pronunciada por él: «Mi monumento no será el Valle de los Caídos, sino la clase media española».

También cuenta el capote que le tiró Fidel Castro.
Fidel es un histrión, un actor nato. En la visita que realizamos a Cuba, se ofreció una rueda de prensa en la que no estaba programada la presencia de Castro. Estaban Colchero, del Ya, Pepe Oneto y el resto de periodistas españoles, que se quedaron a cuadros cuando, sin venir a cuento, Fidel dijo que su país y el pueblo cubano no podían olvidar la ayuda que España y el anterior Jefe de Estado habían prestado a Cuba cuando el imperialismo quería asfixiar al país.

En la plano de la actualidad, ¿cree que España ha podido jugar un papel diferente durante su periodo al frente de la presidencia europea, coincidiendo con la crisis griega?
Esa Presidencia era un toro muy difícil para una nación con la situación de España en ese momento. Más difícil aún, estando al timón Zapatero. Un líder con mediocre prestigio internacional, poco ducho en economía y con un voluntarismo desbordado, que le ha hecho negar la existencia del toro hasta que lo tenía a medio metro. No era la persona.

España jugó en primera división en la Conferencia de Oriente Medio de 1991, destacando el rol del entonces ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez. ¿Cree que España conserva una posición relevante en el tablero mundial?
España sigue teniendo un papel relevante, pero menor que el de la época que menciona. Es obvio. Felipe González y Fernández Ordóñez eran dos primeros espadas.

Brasil y Turquía han firmado este mes un acuerdo nuclear con Irán en Teherán. ¿Cree que este hecho puede tener que ver con el ataque israelí contra la flotilla de ayuda a Gaza, un episodio que ha provocado la retirada del embajador turco en Tel Aviv?
No creo que el pacto haya influido. Turquía es un país islámico, con tensiones entre los modernistas y los islamistas. El gobierno turco, imagino que después de darle vueltas, pensó que debía ceder a la salida de los barcos, aunque fuera una clara provocación para Israel.

¿Cómo valora la acción militar israelí y la reacción de los organismos internacionales?
Cualquier acción es lamentable cuando hay muertes. Pero lo que ha ocurrido no era descartable. Estaba claro que Israel no podía dejarlos pasar. Era una bajada de pantalones y sentar un precedente para que se le colasen armas en el futuro. Otra cosa es que los comandos israelíes hayan hecho con escasa eficacia la operación, que se hayan puesto demasiado nerviosos si los atacaban con palos, que hayan podido reaccionar con excesiva violencia…

¿Cuál cree que será el futuro papel de los países denominados BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y cómo puede condicionar su ascenso diplomático en el panorama geopolítico mundial?
Los Brics ya están ascendidos. Son ya el presente. Alguno de ellos, Brasil, ya es oído en la escena internacional más que otras naciones importantes, como Italia o España.

Usted ha dicho que la resolución 1511 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Irak, adoptada el 20 de octubre de 2003, dio cobertura legal a la intervención en Irak, pues autorizó el envío de una fuerza multinacional bajo un mando unificado. Pero también tuvo problemas cuando siendo embajador ante la ONU afirmó que si no se hallaban las supuestas armas de destrucción masiva la guerra quedaría en tela de juicio. ¿Cómo ve hoy, desde la distancia, aquella convulsa etapa que vivió desde la primera línea diplomática?
Son dos cosas diferentes. Sacamos a las tropas de Irak porque el gobierno le pareció oportuno hacerlo. La decisión era respetable pero estrictamente política. Explicar, como se ha hecho desde esferas oficiales, que había que hacerlo porque la presencia de las tropas extranjeras era ilegal según la ONU es una bobería y un deseo de engañarnos. La presencia de las tropas, después de la guerra, era totalmente legal. Aprobada expresamente por la ONU. Justamente lo contrario de lo que se nos contó aquí.
Sobre las armas de destrucción masiva, dije que, si no aparecían, todo se pondría en tela de juicio, porque era obvio que las preguntas y acusaciones a Bush, Blair y Aznar empezarían a llover con gran intensidad. Si se hubieran descubierto las armas, que todo el mundo creía erróneamente que existían, el desprestigio de Bush habría sido infinitamente menor.

El pasado lunes, durante su conferencia en el Club INFORMACION, afirmó que la guerra de Irak salió mal y la posguerra, peor. ¿Cree que se puedo hacer algo más desde el plano diplomático para evitar lo que usted ha calificado como un «galimatías sangriento»?¿Le crea algún problema de conciencia el haber tenido que defender unos planteamientos de política exterior sobre los que podían existir dudas?
Creo que se debían haber escuchado más las voces que decían que, después del fácil triunfo militar, aquello podía ser un avispero. No había tantas voces, pero existían. En consecuencia, había que haber planeado bien la postguerra. Washington no lo hizo.
Siempre hay algún problema de conciencia, pero le diré que en aquella época estaba algo amortiguado porque yo me hallaba, como la inmensa mayoría de analistas y políticos, absolutamente convencido de que Sadam Hussein era un déspota propenso a invadir países y a gasear a su pueblo, así como de que aún tenía las armas de destrucción masiva. En lo segundo nos equivocamos.

¿Qué le parece que Alicante acoja la sede de Casa Mediterráneo, una de las casas de este tipo creadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores?
Es una idea muy feliz, por el papel vital que juega el Mediterráneo en nuestra historia. Alrededor del Mediterráneo se cocinan muchas cosas, desde el problema de Oriente Medio hasta la cooperación Norte-Sur entre los países árabes y Europa. Que le caiga a Alicante, ciudad mediterránea por excelencia y que está desatendida por los poderes centrales, me parece fantástico.
Ahora bien, que nadie piense que esto va a cambiar Alicante. Es una sede en la que se van a celebrar acontecimientos importantes y a la que vendrá gente relevante a discutir sobre el Mediterráneo. Será un escaparate y aportará una pequeña inyección económica, pero no va a ser la panacea.

¿Cómo valora el hecho de que todos los presidentes del Gobierno hayan tenido problemas para expresarse en inglés durante sus respectivos mandatos? ¿Puede ello haber condicionado un perfil diplomático bajo de los gobiernos españoles?
No es absolutamente determinante que no hayan hablado inglés. Pero ayuda bastante si lo hablas. ¿Cómo es posible que los corifeos de Zapatero digan que desde la primera conversación telefónica con Obama ya surgió entre ellos una enorme complicidad. ¿Cómo es posible, en unos diez minutos, por teléfono y con intérprete? ¿Nos toman por idiotas? Saber inglés ayudaría a lograr esa complicidad que se busca.

¿Cómo percibe la función desempeñada por la monarquía española en el plano de las relaciones internacionales?¿Qué faceta le puede corresponder en el futuro a la Princesa Letizia?
Los Reyes y el Príncipe son impecables cuando viajan. Saben bien lo que tienen que hacer, aceptan programas a veces agotadores, hablan idiomas y son bastante sencillos. No he viajado con la Princesa, pero con los otros muchas veces. Si Letizia nos sale un 75 por ciento como la Reina, podemos firmarlo con las dos manos.

Hemos dejado el fútbol para el final. Entre 1993 y 1995 usted dejó la diplomacia y su trabajo como secretario de Estado para asumir la Dirección General del Real Madrid. ¿Qué recuerdos le ha dejado ese arrebato de pasión merengue?¿Qué pronóstico le asigna al Madrid de Mou?
La pasión sigue siendo la misma, pero allí hice un curso inevitable de cinismo. Y no por los jugadores sino por las altas esferas. Mi pronóstico es esperanzador aunque hoy, mes de junio, el equipo del Barcelona sigue siendo mejor. ¿Cambiará Mou las cosas? Ojalá, pero en el Madrid el tiempo muerde. Tiene que tener éxito desde el principio, si no…

Datos informativos

Fecha inicio : 31-05-2010

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