CON LA INTERVENCIÓN DE:
FRANCISCO JAVIER ROJO GARCÍA. Presidente del Senado
LAS CONSTITUCIONES DESDE 1812 SALEN DEL CONGRESO POR PRIMERA VEZ Y SE EXPONEN EN ALICANTE
JUANI HERNÁNDEZ
Aunque las Constituciones originales no salen del Archivo del Congreso por su valor, la exposición muestra ediciones de lujo y facsímiles de los distintos textos desde 1812 hasta 1978 por primera vez todos juntos fuera de Madrid. El presidente del Senado, Francisco Javier Rojo, e Ignacio Jiménez, rector de la Universidad de Alicante –que organiza la iniciativa con el Archivo de la Democracia–, inauguran esta tarde esta muestra que estará abierta hasta el 25 de noviembre con 50 piezas muy significativas.
Hay un apartado dedicado a cada Constitución, empezando por la edición de 1812, en plena época colonial, abierta al público por el siguiente artículo: «La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios». Con ella, un portafolios de terciopelo rojo en el que se trasladaba el texto, con llave, que funciona, y con un cordón como único mecanismo de seguridad.
En la Constitución de 1837 aparece el dibujo de Isabel II niña, y la de 1845 es de lujo, editada por la Imprenta Real. A su lado, dos grabados antiguos, uno del salón de conferencias y otro del hemiciclo en la época de Amadeo de Saboya. También es de lujo la Constitución de 1869 y con ella el diario de sesiones abierto por el día en que el rey Amadeo se despide del
trono y se declara la I República. Para la Constitución de 1876 se ha elegido una edición facsímil de la biblioteca del Senado. Le sigue el texto constitucional de la República Española de 1931, la primera que se divulga con un folleto en el que aparece la bandera republicana y la foto del presidente. El ejemplar elegido fue editado en Venezuela por exiliados que se
marcharon tras la guerra.
Cierra la Constitución de 1978 en una edición con el escudo franquista en la primera página y con las firmas de los diputados. Sólo la del alicantino José Vicente Mateo está en rojo. Están la Constitución de los niños, la de Forges y la ilustrada por la paloma de Alberti. También hay un espacio para leyes que no vieron la luz como el estatuto de Bayona de 1808 de José Botella o el proyecto de Constitución Federal de 1873.
OBJETOS DE ORTEGA Y DEL REY
En la exposición está la polvera de plata –con un pequeño ejemplar de la Constitución de 1931–de José Ortega y Gasset, miembro de las Cortes aquel año. También están los troqueles de acero con que se hizo, la pluma con la que el rey Juan Carlos sancionó la Constitución de 1978 y la firma del monarca en otra polvera rubricada también por Santiago Carrillo y otros diputados. Así como una caja de 20 onzas de plata que contenía la Constitución original de 1869 y un antiguo escaño. También han aportado piezas a la exposición las fundaciones Ortega y Gasset y Familia Gómez, Antonio Bueno, Mateo Macià, archivero-bibliotecario de las Cortes y el Archivo de la Democracia, como unos manuscritos escondidos en una cisterna o el carné del diputado republicano alicantino Eliseo Gómez.
FRACISCO JAVIER ROJO: «DEBEMOS ESTAR ORGULLOSOS DE LO CONSEGUIDO EN 30 AÑOS DE DEMOCRACIA»
JUANI HERNÁNDEZ
El presidente del Senado, Francisco Javier Rojo, repasó ayer en el Club INFORMACION durante la inauguración de la exposición «Constituciones españolas 1812-1978» los treinta años que han pasado desde las primeras elecciones democráticas porque «es importante ponerlos en valor en los tiempos que corren». Según Rojo, que visitó Alicante para abrir una muestra organizada a pocos meses de que el texto constitucional cumpla también 30 años, «nos falta autoestima como españoles en un país que viene de hacer un recorrido difícil y que en tres décadas se ha convertido en la octava potencia del mundo, señal de que algo hemos hecho bien. Respetando las diferencias ideológicas, debemos pensar que el país se construye los unos con los otros, sabiendo lo que nos diferencia. Es más lo que nos une que lo que nos separa», dijo en alusión a las comunidades.
A las puertas del 30 aniversario de la Constitución de 1978, el presidente del Senado afirma que «existen motivos más que suficientes para sentirnos orgullosos de lo que hemos hecho. En plena discusión sobre los símbolos (…), es injusto quedarnos con cosas que pasan y no con la trayectoria de un país que fue capaz de sacrificarse y que ahora es admirado, respetado y envidiado por otros a los que hemos sobrepasado».
Rojo defendió la España territorial «que algunos critican» y el valor de los hombres y mujeres que fueron capaces de «ponerlo» en la Constitución sin saber si un país descentralizado funcionaría. «Fue un gran acierto porque, no como presidente del Senado sino como español y vasco, tengo la convicción de que se puede vivir con dos identidades. El gran éxito es el trabajo de autogobierno en las comunidades y su responsabilidad sin perder el marco común que nos une, que es España».
Destacó que en estas tres décadas se han equilibrado las desigualdades económicas y abogó por modificar la Constitución en aspectos como el referido a la igualdad en la sucesión de la Jefatura del Estado. No obstante, le preocupa la convivencia. «Soy un vasco que sé lo difícil que es entenderse, es una cuestión de actitud, de querer, que no está en los presupuestos sino en cada uno». Después de más de 35 años sufriendo el terrorismo, dijo que se está perfeccionando el sistema en todos los ámbitos para acabar con esta lacra. «Desde Suárez a Felipe González, Aznar y Zapatero, a todos les ha unido y les une buscar soluciones para acabar con el terrorismo y dar a los españoles lo que la mayoría ambiciona».
El Senado ha aportado algunos de sus fondos a la exposición sobre las siete Constituciones que ha habido en España desde 1812 hasta 1978, organizada por la Universidad de Alicante con el Archivo de la Democracia. Medio centenar de objetos, entre ellos ediciones de lujo y facsímiles de los textos constitucionales, componen esta muestra que abre el nuevo curso de actividades del Club INFORMACION, abierta hasta el 25 de noviembre, en la que colaboran fundaciones y particulares
La maqueta del Monumento de Arcadi Blasco
Además de la pluma con la que el Rey sancionó la Constitución de 1978 y de la polvera de Ortega y Gasset con el texto de 1931, en la muestra está la maqueta del Monumento a la Constitución de Arcadi Blasco. Todos estos objetos y otros como el portafolios de terciopelo rojo que contenía «La Pepa» –Constitución de 1812– llamaron la atención de los asistentes a la inauguración, entre ellos los tres ex rectores de la Universidad de Alicante Gil Olcina, Martín Mateo y Ordóñez, el ex magistrado del Tribunal Constitucional Vicente Gimeno, Asunción Cruañes, de las constituyentes de 1978, y el alcalde de Sant Joan.
JOSEP BEVIÁ E IGNACIO JIMÉNEZ RANEDA DICEN QUE LOS ESCOLARES QUE VERÁN LA MUESTRA SERÁN LOS QUE ABRAN OTROS CAMINOS
JUANI HERNÁNDEZ
El comisario de «Constituciones Españolas», Josep Beviá, senador por Alicante en 1978, explicó que la exposición se ha organizado en cuatro ejes, que arrancan con un recorrido cronológico desde la Constitución de Cádiz «La Pepa» hasta la vigente que se puede hacer de forma retrospectiva. El visitante podrá ver ediciones de lujo de las siete constituciones (1812, 1837, 1845, 1869, 1876, 1931 y 1978) que han salido por primera vez todas a la vez del Congreso. En un segundo eje están las que no entraron en vigor, como el Estatuto de Bayona que sólo se aplicó en territorio ocupado por el Ejército francés y la Federal de 1873. El tercer eje pasa por un audiovisual del pulso de Alicante en los distintos periodos constitucionales, y el cuarto es la vitrina del Archivo de la Democracia con documentación de Eliseo Gómez, diputado alicantino de la República, «intelectual entregado y honesto víctima de la dictadura», recordó Beviá. La familia de Gómez estuvo en el acto.
El comisario de la muestra, que será visitada por miles de estudiantes, declaró que «tenemos la necesidad de que las nuevas generaciones construyan otros caminos que la Constitución de 1978 dejó entreabiertos».
El rector de la Universidad, Ignacio Jiménez Raneda, incidió en que siete textos constitucionales en dos siglos reflejan la inestabilidad política en España y coincidió en que sobre todo a los escolares «les corresponderá luchar por un horizonte de futuro mejor». Destacó la labor del Archivo de la Democracia, que ha recuperado miles de documentos.
MATEO MACIÁ: «TENEMOS UNA DE LAS TRADICIONES CONSTITUCIONALES MÁS IMPORTANTES DE EUROPA»
ÁFRICA PRADO
Es importante ser conscientes de que tenemos una de las tradiciones constitucionales más importantes de Europa», manifestó ayer el director del departamento de Documentación, Biblioteca y Archivo del Congreso de los Diputados, el ilicitano Mateo Maciá, tras realizar un recorrido por la exposición sobre las «Constituciones Españolas 1812-1978» que se exhibe en el Club INFORMACION hasta el próximo día 25 de noviembre.
Maciá, responsable también de los textos y de la selección de imágenes de la muestra, destacó el montaje de la exposición –formada en su mayor parte por piezas del Congreso de los Diputados, pero también del Senado, de la Fundación Ortega y Gasset y del Archivo de la Democracia, así como de dos colecciones privadas–y subrayó la relevancia de que «muchas de las piezas expuestas salen por primera vez del Congreso para esta exposición», ya que habitualmente se mantienen «guardadas, algunas han salido esporádicamente o se muestran en las jornadas de puertas abiertas del Congreso junto a la colección de cuadros».
El director del Archivo de la Cámara baja, que se conoce al dedillo la historia de la mayoría de los ejemplares expuestos, se deleitó ayer volviendo a contemplar la caja de plata donde se conservaba el ejemplar de la Constitución de 1869, sobre la que hubo «discrepancias a la hora de pagarla», apuntó; con la Constitución republicana de 1931, manuscrita y en color, «que fue un regalo de las Diputaciones a las Cortes», o con el león dorado de bronce que conmemora la Constitución de 1837, una pieza «poco frecuente», indicó, tras recordar que los leones que flanquean la entrada al Congreso fueron fundidos en la Maestranza de Sevilla y trasladados a Madrid. Constituciones que se aprobaron pero no se promulgaron pese a suscitar 15.000 páginas de debate durante dos años, otras que se enmendaron y las siete que han tenido vigencia en España desde 1812 hasta 1978 fueron valoradas por el documentalista para subrayar la «larga trayectoria constitucional» de España, ensombrecida por 40 años de dictadura. Para Mateo Maciá, la Constitución de 1812, la «Pepa», tuvo una especial relevancia por ser la primera, «que se convirtió en una referencia política para otros países europeos de libertad y de creación de un Estado moderno». La del 31, añadió, también fue «muy avanzada en aspectos sociales» y la del 78, «en la organización territorial del Estado».
Si tuviera que elegir una, Maciá se quedaría con «la actual». Durante esta legislatura, el responsable del Departamento de Archivo y Documentación del Congreso indicó que se han restaurado y digitalizado los ejemplares originales de las Constituciones españolas y antes de fin de año se podrá acceder a ellas en la web del Congreso (www.congreso.es).
Otro de los espectadores que tuvo la muestra fue Antonio Bueno, coleccionista y funcionario del Congreso durante años, que ha cedido para la exposición una polvera con la firma del rey y de otras personalidades políticas.
PRORROGADA LA EXPOSICIÓN
La exposición podrá seguir visitándose hasta el domingo 9 de diciembre, tres días después de la celebración del Día de la Constitución. Ante la afluencia de público y de escolares, el Congreso de los Diputados ha autorizado la prórroga de la cesión de las valiosas piezas que se muestran en esta exposición, la primera vez que ha salido de Madrid un conjunto de estas características. La muestra, que fue inaugurada por el presidente del Senado, es una iniciativa de la Universidad de Alicante (Vicerrectorado de Extensión Universitaria, Archivo de la Democracia y Museo de la Universidad) en la que colabora el Diario INFORMACION. Las piezas forman parte de los fondos documentales y artísticos del Congreso de los Diputados, del Senado, de la Fundación Ortega y Gasset y del Archivo de la Democracia de Alicante.
ENTREVISTA A JOSÉ BEVIÁ
Presidente del Consejo Asesor del Archivo de la Democracia
«LA DEMOCRACIA ES COMO UNA PLANTA QUE HAY QUE HACER CRECER CON LA PARTICIPACIÓN»
Senador en las primeras Cortes, diputado y vicepresidente del Congreso de los Diputados, ¿los escaños pesan?
El escaño, en la medida en que significa rutina, pesa mucho, pero, en mi caso, aunque han sido 23 años, desde 1977 a 2000, tuve la fortuna de ver la actividad parlamentaria desde ángulos diferentes y siempre descubrí facetas nuevas. En cualquier caso, fueron demasiados años. Afortunadamente, me liberé de aquello todavía con tiempo para reincorporarme tanto a mi vida
en el instituto como a la Universidad de Alicante como profesor asociado.
¿Le metería mano a la Constitución de 1978?
La Constitución no es un texto sagrado y, además, hay cuestiones sangrantes. Por ejemplo, hay una contradicción tremenda cuando dice que el Senado es la cámara de representación territorial y, por otra parte, que está compuesta mayoritariamente por elección directa de ciudadanos. Muchas veces, el Senado se convierte en un cementerio de elefantes. Por eso, hay que modificar la Constitución para que el Senado sea efectivamente un lugar de encuentro y discusión de los problemas entre las diferentes autonomías. Después hay otras cuestiones que facilitarían la labor, como establecer la conferencia de presidentes de las comunidades autónomas. Otros puntos son la ausencia de referencia alguna a la integración en la Unión Europea o el
problema de género en la sucesión monárquica.
Con el estado actual de crispación, ¿la transición está condenada a ver el fin de sus días?
No, la transición ya terminó. Para unos concluye cuando se aprueba la Constitución y otros creemos que acaba en 1982, una vez que fracasa el golpe de Estado de Tejero y el previsto para unos días antes de las elecciones de 1982. A partir de ese momento, estamos ante una democracia consolidada. Ahora, la democracia que contempla la Constitución puede resultar muchas veces aburrida, pero hoy en día esta afirmación no tendría sentido. La crispación que se mantiene entre partidos y se alimenta de algunos sectores mediáticos no refleja lo que es la sociedad. La democracia no es algo conseguido de una vez y para siempre, es como una planta que hay que hacer crecer día a día y sólo se puede conseguir si se fomenta la participación.
¿A qué se debe ese distanciamiento entre la sociedad y la política?
Hay un cierto foso, más que entre la política y la sociedad, entre los políticos y la sociedad. La pluralidad de organizaciones no gubernamentales es una manifestación clara de una sociedad que está implicada en problemas de solidaridad, de justicia, de igualdad, de género… Lo que ocurre es que los políticos y los partidos se han encerrado mucho en sí mismos. Hay que
romper el cascarón y entrar en contacto con la sociedad.
¿La política es un asunto demasiado serio como para dejarlo únicamente en manos de políticos profesionales?
La política es un asunto muy amplio y muy serio porque nos afecta a todos y es la clave de funcionamiento de una sociedad. Por tanto, no se puede dejar en manos de nadie. Además, profesionalizarse en la política es malo. Rodríguez Ibarra decía que no debería haber ningún cargo público que no hubiera cotizado antes 15 años a la Seguridad Social… Quizás, era muy exagerado, pero hay que tener claro que la política es un periodo de actividad temporal, aunque la inquietud política sea permanente.
El lema que dio vida al Archivo de la Democracia fue «que no se pierda un papel»…
Ésa es un poco la idea inicial, que partió del entonces vicerrector de Extensión Universitaria, José Carlos Rovira. El objetivo es conseguir que los papeles contribuyan a mantener esa memoria cívica y colectiva para no convertirnos en seres amnésicos y, por lo tanto, muy frágiles.
Y, usted, ¿ha perdido los papeles en alguna ocasión?
Seguramente muchas veces, pero es la vida que he elegido. No quiero vivir mi vida desde el espejo retrovisor. Eso no significa que no tenga recuerdos, pero mi vida es lo que me queda por vivir.
¿Qué es para usted la memoria?
La memoria es el elemento clave para que una persona profundice y se desarrolle. Sin raíces nadie puede dar frutos, está siempre al socaire del viento que sople, y empujado por la propaganda y por el consumismo.
¿Y la memoria se puede legislar?
No, lo que se legislan son determinados aspectos que sirven para que sea posible la memoria y para dar respuestas a deseos que la propia memoria exige. Además, era necesario que se legislara.
En corto
Fecha de nacimiento: 6 de octubre de 1933, con el Bienio Negro de la República, en San Vicente del Raspeig.
Estado civil: Casado, con tres hijas y cinco nietos, aunque también es verdad que fui un abuelo prematuro.
Aficiones: La lectura es fundamental para mí y, después, el cine. También soy del Barcelona, pero del «sillon-ball». No he ido a un partido de fútbol desde hace casi 40 años, porque me aburro en el campo.
Vicio inconfesable: Soy muy pobre en vicios. Antes me gustaba tomar un vermú casero y disfrutaba con la comida, pero ahora tengo hipertensión y un poco de azúcar.
Personaje de la mitología griega con el que se identifica: Identificarme con un personaje mitológico sería una presunción, pero sí me gustaría ser un poco como Sófocles, que era un hombre integral, un gran creador literario y un progresista-moderado.
Un maestro en política: Eduardo Martín Toval, uno de los hombres más lúcidos que he conocido.