EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA
«Desnudos y semidesnudos femeninos donde el autor prioriza, por encima de la estética y las tendencias sociales o culturales, la personalidad y la actitud de las protagonistas, mujeres alejadas del mundo de la fotografía de moda o comercial, y en el que se marca como reto, traducir la esencia de las mismas imágenes tan reales como íntimas», Vicente Arenas
«Desnudos y semidesnudos femeninos donde el autor prioriza, por encima de la estética y las tendencias sociales o culturales, la personalidad y la actitud de las protagonistas, mujeres alejadas del mundo de la fotografía de moda o comercial, y en el que se marca como reto, traducir la esencia de las mismas imágenes tan reales como íntimas», Vicente Arenas
Abierta del 19 de mayo hasta el 30 de julio de 2017
Horario de visitas: de lunes a viernes de 17.30 a 21.30 horas; sábados, domingos y festivos de 11 a 14 horas
CURRÍCULUM VICENTE ARENAS PÉREZ
Natural de Elche y residente en Santa Pola
Facebook: V Arenas Photograph
“De alma nostálgica y estética cauidada, delicadeza delante y detrás del objetivo.
Cuidadoso con el detalle, así como con el personaje, valorando el elemento a destacar en sus composiciones, con luces sutiles y refinadas”. María Padilla – Rugir en Rose, Lda. en BB.AA.
Música y necesidad de mostrar mi manera de observar la belleza son dos anhelos con los que, creo, nací. Imagino que, si en mi casa hubiesen circulado guitarras, a día de hoy andaría dando guerra con una de ellas en la mano, pero mi padre contaba con una sencilla Werlisa color, así que adopté dicha herramienta como el mejor sistema para exteriorizar uno de estos anhelos.
Desde 1983 empiezo a mirar al mundo a través del visor de una cámara, con las consecuentes dificultades a la hora de poner sobre papel lo que frente a mis ojos, y mi manera de observar, aparecía.
Diversas y humildes cámaras pasan por mi mano hasta empezar a utilizar equipos réflex en 1991. A partir de ahí, muchos metros de película usados con el fin de aprender (dura y cara la vida del autodidacta), posteriores equipos analógicos y digitales.
Hace poco tiempo, encontraba la publicidad de un curso de retrato en el que basaban la diferencia entre un fotógrafo y alguien que hace fotografías en el hecho de si eres tú quien dirige a los modelos, o los dejas hacer con la esperanza de captar alguna buena imagen. Mi tendencia a la naturalidad, según esta publicidad, me hace convertirme en alguien que hace fotografías. Realmente no me importa la denominación, pero entre mis prioridades se posiciona ante todo la expresión del retratado. De la misma manera que no hacemos posar un paisaje, sino que buscamos el encuandre óptimo y la luz para captar nuestra interpretación del mismo, elijo la opción de, una vez establecidas ciertas normas técnicas lógicas y básicas, ceder el derecho de expresión a quien realmente es protagonista y ser yo quien, al igual que con el paisaje, busque el encuadre y el momento que defina al máximo mi interpretación del mismo.
Técnica: para mí es el conocimiento necesario para conseguir plasmar, con la mayor fidelidad posible, lo que percibo. Jamás baso mis trabajos en ella, en muchas ocasiones, ese momento que se quiere captar, pasa de largo mientras nos empeñamos en obtener un resultado basado en lo que, muchas veces, alguien dictaminó como “correcto”.
Equipo: herramientas para tallar, para pintar, para fotografiar… sin duda es necesario, aunque en ocasiones, una humilde linterna consigue poner alma a una fotografía, muy por encima de cómo lo haría un gran flash.
Es primordial en mis trabajos la transmisión de sentimientos, por ello, antepongo este fin a la perfección técnica. Al fin y al cabo, la belleza radica en el ojo del que observa.
Frente a todas las ramas de la fotografía, y abrazando a mi necesidad de expresión, he centrado mis obras en el retrato femenino. Quizá frente a una mujer es cuando, con mi cámara, consigo aprovechar la mayor parte de mi creatividad, es por ello que la mayoría de mis trabajos nacen en mi mente en forma de “ella”, y bajo la ausencia de color, donde a falta de este, el detalle y la esencia toman el protagonismo de la imagen.
Mi camino como fotógrafo artístico comenzó hace mucho tiempo, aunque he de reconocer que la vertiente en la que más realizado me he sentido no tuvo un interés especial para mí hasta hace unos siete años, cuando empiezo a orientar mi cámara hacia la expresión humana, al reto que supone captar un sentimiento, aunque nunca he dejado de lado un buen paseo por la ciudad cuando las luces caen, para capturar la urbe y sus planos olvidados, o una salida nocturna a ver qué nos dice esa noche el cielo.
Hace unos cuatro años decido preparar por primera vez una exposición, y es que, aunque las redes sociales ofrecen grandes herramientas de divulgación para la fotografía, la añoranza de ver una imagen que no se retroilumina, pero aun así, parece tener vida propia, me lleva a presentar una serie de trabajos relacionados con el mundo de la música y una época dorada en lo que a femineidad se refiere, los años 50 y sus Pin up.
A partir de ese momento, y con otras dos exposiciones conjuntas realizadas dentro de ese estilo, decido comenzar un proyecto con la mujer como protagonista, y contrariando lo que parece ser una ley social y cultural que dice algo así como que existe una franja en la edad de la mujer en la que se puede ser sensual. “Piel femenina” nace para recordar que, la sensualidad no es un atributo vinculado a la edad, sino al mero hecho de ser mujer, y por lo tanto, las obras que forma este proyecto, reflejan mujeres con edades comprendidas entre los 18 y 55 años, incluso apareciendo dos generaciones dentro de la colección.
También, como componente y cofundador de un conjunto de artistas, naturales o residentes en la provincia de Alicante, denominado “La 5ª comunal”, he participado, entre otros eventos, en una exposición de gran aceptación en la sala municipal de exposiciones de Santa Pola.
Tras una exposición realizada en October Press, denominada “Polaroiders”, también con “La 5ª comunal”, se realizó la segunda parte sumada a la ya estrenada en el área de exposiciones de la estación de autobuses de Alicante, junto con un grupo de fotógrafos hispano-lusos “Street photography”, que formó parte de la nueva edición de Photoalicante, obras que quedarán expuestas en la galaría Santamaca.
OBRA
“Esencia” es la una colección de veintidós fotografías de una serie de sesiones realizadas entre 2015 y 2017.
En la realización de los diferentes retratos, he querido anteponer la expresión y la naturalidad a una supuesta perfección corporal socialmente definida, es por ello que ninguna de las mujeres retratadas son modelos profesionales, evitando también así la influencia postural, y en la inmensa mayoría de los casos, es la primera vez que posan para un desnudo, incrementando así la espontaneidad, dando valor a ese momento de libertad, y sobre todo, potenciando su ser, por encima de cualquier idea preconcebida por mí mismo.
Antes de todas estas sesiones, ha existido un trabajo psicológico con cada una de ellas, buscando en su interior y generando una comunicación lo suficientemente íntima como para que lo que aflorase en las fotografías fuese el concepto que da nombre a la exposición.
El criterio de selección de las retratadas no es otro que una percepción personal de su actitud, su energía, su personalidad, es por ello que las fotografías viajan desde la mayor sutileza a las personalidades aguerridas, teniendo todas tras de sí, un bagaje personal que las ha ido curtiendo hasta llegar a ser como son.