Permanecerá abierta hasta el 30 de junio
Horario: de lunes a viernes, de 17.30 a 21.30 horas. Sábados, domingos y festivos, de 11 a 14 horas

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SUEÑOS DE BARRO

Tras nueve meses de gestación, mis sueños en barro se hacen realidad con esta exposición que se compone de una serie de obras a las que he intentado elevar más allá de la categoría de piezas decorativas, haciéndoles hablar de mis pensamientos, de mi mundo interior.

A través de objetos tan cotidianos pretendo descubrir el abanico de belleza que nos rodea y que a veces la ceguera del ser humano nos hace despreciar.

He querido crear para compartir y tras un tiempo de cierta separación del barro hacer sentir la proximidad, el calor de este material no siempre valorado como elemento escultórico.

El barro, concebido casi exclusivamente como un material ordinario y al que estamos acostumbrados a ver en forma de objetos de utilidad o, como mucho, incluido en las llamadas artes menores (cerámica) ha hecho posible, con sus virtudes y limitaciones, plasmar la idea absurda, imposible e incluso irónica (el sueño).

“Sueños de barro” con los que tras un tiempo medio dormido profesionalmente, ahora puedo exponer en Alicante, una ciudad que para mí tiene toda una carga emocional positiva por los lazos de amistad y familiares que me unen, tanto a ella como a Orihuela.

LAS IDEAS IMPOSIBLES DE FELICIANO SÁEZ
ÁFRICA PRADO

Feliciano Sáez (Murcia, 1962) presenta en el Club INFORMACIÓN una muestra de sus últimas obras agrupadas bajo el título de Sueños de barro, «que tiene mucho que ver con mi estado de vigilia, que es cuando se me ocurren las obras», explica el escultor, que añade que su pretensión no es otra que «transmitir y dar forma con el barro al mundo de la imaginación, de la fantasía y de los sueños».
Sáez ha querido llevar el barro al hiperrealismo, con temas que se escapan de lo cotidiano y «piezas en las que el barro parece otro material distinto», y también al surrealismo, donde las setas anidan en el hierro, los peces anidan entre cactus o las tijeras atraviesan globos hinchados de aire sin que exploten. «Me gusta reflejar situaciones imposibles y me atraen los temas de la naturaleza y los sentimientos en los animales», señala el escultor, que exhibe su obra cerámica a través de una veintena de piezas y alrededor de treinta esculturas de pared.
Feliciano Sáez lleva treinta años atraído por el barro, al que llegó por interés histórico «porque quería hacer reproducciones de piezas arqueológicas, pero después de estudiar Artes y Oficios me decanté por la parte artística, y vi que lo mío era más la creación que la reproducción». El barro, concebido casi exclusivamente como un material ordinario en forma de objetos de utilidad se transforma aquí en ideas absurdas, imposibles e incluso irónicas.
Sáez, que llevaba seis años apartado de la cerámica, ha vuelto a crear y muestra hoy ?inauguración a las 20 horas? las creaciones gestadas en los últimos nueve meses.