Exposición abierta hasta el 10 de febrero de 2013
Horario: de lunes a viernes de 17.30 a 21.30 horas. Sábados, domingos y festivos, de 11 a 14 horas
«Miguel Valladares Urrutia (Argentina, año de gracia) es, sin duda alguna, duende habilidoso del color. A bordo de sus manos navegan generosas sensibilidades rumbo a lo excelso. Pintor sin ambages, maneja el tiempo y el espacio como nadie, capturando luces, vertebrando ilusiones, o estampando quimeras. Siempre al filo de lo humano, cuece sentimientos y redoma pasiones hasta lograr matices orgullosos sobre el lienzo inmaculado.
Miguel, pampa serena o mar embravecido. Con aire albertiniano, que lo inviste poeta al arte del plasmado. Miguel, color tierra de otoño, plata corona, sol en sus propias sombras. Miguel niño, Miguel hombre. Miguel mirada, y alma peregrina. Pero siempre Miguel.
Sin pretenderlo, la suya es una obra que persigue de continuo el laurel exquisito de la gloria. y así se lo concedemos»
TERESA RUBIRA
LOS AMANECERES DE MIGUEL VALLADARES LLEGAN AL CLUB INFORMACIÓN
BORJA CAMPOY
«Y siempre amaneciendo… Como gotas de lluvia que fecundan. Como grito en el cielo, Como danza de estrellas al fuego de la vida». Este verso aparece en la portada del catálogo de Amaneciendo, exposición de Miguel Valladares Urrutia que esta tarde se inaugura en el Club INFORMACIÓN (Doctor Rico, 17) a las 20 horas. La muestra de pintura estará abierta al público hasta el próximo 3 de febrero en horario de lunes a viernes (de 17.30 a 21.30 horas). El horario de sábados, domingos y festivos es de 11 a 14 horas.
Amaneciendo recoge la obra de los últimos 7 años de Miguel Valladares. Varias de las piezas que podrán contemplar los asistentes al Club INFORMACIÓN pertenecen en la actualidad a coleccionistas privados. En total hay más de cuarenta pinturas (acrílicos y de técnica mixta sobre tabla). El artista argentino asegura que en sus cuadros «no se esconde ningún tipo de mensaje explícito».
«La pintura tiene que trasmitir sensaciones y no hay que entenderla en su totalidad. No me gusta hacer clases entre los que entienden y los que no. Transmitimos mensajes de alegría, tristeza, sorpresa… No hace falta llegar a la hipercultura ni estudiar arte para contemplar mi obra. Aunque hay gente que tiene más tiempo para ver exposiciones de pintura y eso les da una experiencia», declara Miguel Valladares.
«En mis cuadros tampoco hay un mensaje social ni de rebeldía. Eso lo dejo para otros. Pinto para que a la gente le agrade. Nunca me ha gustado el carácter intelectual de la cultura. Van Gogh murió en la pobreza siendo un genio y ahora es el pintor más caro del mundo», concluye el artista que hoy inaugura Amaneciendo.
