DATOS DEL EVENTO

  • EMPIEZA
    11-03-2002
  • TERMINA
    01-01-1970

Lectura poética

Entrada libre

A cargo de los actores Carlos Hipólito y Arturo Querejeta, acompañados a la vihuela por Juan Carlos de Mulder.

Acto dentro de la programación del HOMENAJE A ALONSO ZAMORA VICENTE

Congreso Internacional: la Lengua, la Academia, lo Popular, los Clásicos, los Contemporáneos.

Organiza: UNIVERSIDAD DE ALICANTE. Vicerrectorado de Extensión Universitaria. Centro de Relaciones con América Latina. Centro de Estudios Iberoamericanos Mario Benedetti. Consejo de Alumnos de la Universidad de Alicante.

PROGRAMA

I Parte

– Noche oscura – San Juan de la Cruz

– Ir y quedarse, y con quedar partirse – Lope de Vega

– Dicen que me casé yo – Gil Vicente

– Desmayarse, atreverse, estar furioso – Lope de Vega

– Las Moscas – Antonio Machado

– Un hombre pasa con un pan al hombro – César Vallejo

– Me viene, hay días, una gana ubérrima – César Vallejo

– Y si después de tantas palabras – César Vallejo

– Consejos – Antonio Machado

– A un olmo seco – Antonio Machado

– Cuando me paro a contemplar mi estado – Lope de Vega

II Parte

– Soneto – Rubén Darío

– Balada Laudatoria – Rubén Darío

– Luces de Bohemia (escena duodécima) – Valle Inclán

III Parte

– Res Poética – Jorge Guillén

– A Traque Barraque – Vicente Alexandre

– Urgente, las palabras – Concha Zardoya

– Con los demás – Joaquín Benito de Lucas

– Después de leer los monólogos – Leopoldo de Luis

– Para Alonso Zamora Vicente – José García Nieto

MÚSICAS

Siglos XVII y XVIII de Gaspar Sanz, Antonio Santacruz, Santiago de Murcia y Juan Carlos de Mulder

CARLOS HIPÓLITO

Inició su carrera por los años setenta y siempre de la mano de los mejores directores de nuestra escena… Pasqual, Narros, Plaza, Nieva, Layton, Miró… Y con títulos emblemáticos: Así que pasen cinco años, Seis personajes en busca de autor, Don Carlos, Julio César, Comedias bárbaras, Madre de coraje… Más de 35 montajes: Largo viaje, La verdad sospechosa, El misántropo, Arte.

En cine… Pilar Miró, Javier Aguirre, Gerardo Vera, Mario Camus, Saura… Garci. Con títulos como: La Monja Alférez, Beltenebros, Salsa Rosa, Una mujer bajo la lluvia, Después de un sueño, El pájaro de la felicidad, Mi hermano del Alma, Hazlo por mí, O for gold, Coraje, Maribel y la extraña familia, You´re the one, Hombres felices.

En televisión… Ungría, Caljeja, Gª Dueñas, Écija, Pérez Oliva, Monis… Y en programas de la calidad de Goya, Blasco Ibáñez, Mariana Pineda… en los populares Antivicio, Médico de familia, Habitación 503….

ARTURO QUEREJETA (Don Domingo, mercader y pobre)

Cursa estudios en el Laboratorio TEI, con los profesores William Layton, José Carlos Plaza, Miguel Narros, Pilar Francés y Arnold Taraborrelli.

Ha trabajado como actor en más de sesenta montajes, entre los que destacan los siguientes: La mueca del miedo y El suicida, con la Compañía Tábano; El horroroso crimen de Peñaranda del Campo, de Pío Baroja, con la Compañía Teatro Libre, bajo la dirección de José Luis alonso; Dobles parejas, Fuera de Quicio, Bajarse al moro y Pares y Nines, de José Luis Alonso de Santos, y La Taberna fantástica de Alfonso Sastre, dirigidos por Gerardo Malla; Escuadra hacia la muerte, La extraña pareja, Por la calle de Alcalá, Transbordo, de J. L. Miranda; La venganza de la Petra, Celeste no es un color, con la Compañía Lina Morgan; Una jornada particular, de Ettore Scola, dirigido por Pedro Miguel Martínez para la Compañía Teatro del Mundo; La Gran Vía y el chaleco blanco, dirigido por Adolfo Marsillach y El apagón, de P. Shaffer, con dirección de Jaroslawl Bielski y La ratonera, de Agatha Cristie, dirigido por Ramón Baena.

Con la Compañía Nacional de Teatro Clásico ha participado en montajes como La noche toledana, dirigido por Juan Pedro de Aguilar; La gran sultana, de Miguel de Cervantes, Fuente Ovejuna, de Lope de Vega; Don Gil de las calzas verdes, de Tirso de Molina y El médico de su honra, de Calderón de la Barca, todos ellos dirigidos por Adolfo Marsillach; El acero de Madrid, de Lope de Vega, dirigido por José Luis Castro; La vida es sueño, de Calderón, bajo la dirección de Ariel García Valdés; La Estrella de Sevilla, atribuida a Lope de Vega y dirigida por Miguel Narros, y Don Juan Tenorio, con dirección de Eduardo Vasco.

Para cine y televisión ha rodado, Brigada Central, de Pedro Masó; La forja de un rebelde, La casa de las hivas, Adán y Eva, de Alonso Santos; La huella del crimen, Luz negra, ¡Oh España!, serie de Dagoll Dagom, Carmen y familia; Cactus, de Pau Freixas; El comisario; Robles, investigador privado y Al salir de clase.

JUAN CARLOS DE MULDER

Trabaja en el campo de la Ópera barroca y el Oratorio en grandes producciones con las principales orquestas españolas y extranjeras. Dirigidas por maestros como N. Cleobury, J. C. Malgoire, Jordi Savall y A. Ros Marbá.

En el género de la música de cámara colabora con Albicastro Ensemble Suisse, Hesperión XX, Ensemble la Romanesca, La Capella Reial, SEMA, Pro Música Antiqua, Real Cámara, Orphenica Lyra, Speculum y Al Ayre Español, con los que ha grabado para los sellos Glossa, Harmonia mundi y Philips.

En la actualidad compagina su trabajo en los más importantes grupos de Música Antigua con la dirección del grupo Camerata Ibérica con el que ha grabado los discos Songs and dances from the Spanish Rennaissance y Música en torno al teatro de Calderón.

Como solista ha ofrecido numerosos conciertos, realizando giras por España, Francia, Suiza, Holanda, Dinamarca, Polonia, EE.UU. y Sudamérica.

Ha participado en numerosas grabaciones discográficas para RNE, RKO, TVE y Tele Caribe. Ha publicado un CD con una obra de Luys Millán para vihuela a solo y Fantasías y diferencias para dos vihuelas con Daniel Carranza.

Es profesor de la Academia de Música Antigua de la Universidad de Salamanca y profesor invitado por la Universidad de Valencia.

En teatro ha trabajado como músico de La gran Sultana de la Compañía Nacional de Teatro Clásico dirigido por Adolfo Marsillach, en Sonetos Shakespeare con Dennis Raffter y en Una noche con los Clásicos dirigido por Adolfo Marsillach.

Como compositor teatral ha compuesto la música de El Misántropo y La vida es sueño, para la Compañía Nacional de Teatro Clásico, montajes dirigidos por Adolfo Marsillach y Ariel García Valdés.

RECITAL POÉTICO EN EL CLUB INFORMACION

El congreso internacional dedicado a Alonso Zamora Vicente celebrará hoy lunes su primer acto en el salón de actos del Club de INFORMACION (Avda. Doctor Rico, 17, Alicante). Se trata de un recital poético titulado «Clásicos y contemporáneos» al que asistirá el académico. La lectura, a cargo de los actores Carlos Hipólito y Arturo Querejeta, comenzará a las 20.00 horas y contará con la música de vihuela de Juan Carlos de Mulder.

El programa incluye en la primera parte piezas de San Juan de la Cruz, Lope de Vega, Gil Vicente, Antonio Machado y César Vallejo. La segunda presentará el Soneto y Balada Laudatoria de Rubén Darío y la escena duodécima de «Luces de Bohemia», de Valle Inclán. La tercera parte reúne poemas de Jorge Guillén, Vicente Alexandre, Concha Zardoya, Joaquín Benito de Lucas, Leopoldo de Luis y José García Nieto. En el plano musical, se escucharán piezas de los siglos XVII y XVIII de Gaspar Sanz, Antonio Santacruz, Santiago de Murcia y Juan Carlos de Mulder.

MÁS DE 130 EXPERTOS RINDEN HOMENAJE A ZAMORA VICENTE

J. A. GIMÉNEZ

Más de ciento treinta especialistas en lengua y literatura y representantes del mundo de la cultura se darán cita esta semana en el Congreso Internacional «La Lengua, la Academia, lo popular, los clásicos y los contemporáneos», organizado por la Universidad de Alicante en homenaje al escritor Alonso Zamora Vicente, que el próximo viernes será investido Doctor Honoris Causa. El académico, de 86 años, es «el último representante del Centro de Estudios Históricos al que pertenecieron, entre otros, Menéndez Pidal, Américo Castro y Tomás Navarro Tomás», apuntó el vicerrector de Extensión Universitaria y catedrático de Literatura Latinoamericana, José Carlos Rovira, impulsor del congreso. «Lo que iba a ser un pequeño homenaje se desbordó por la adhesión e interés por venir de sus amigos y compañeros», explicó a este diario Rovira, quien dijo que, entre ponentes y participantes, se espera que los actos programados reúnan a más de 400 personas. Nombres como los del ex presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo; el Secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca; y el presidente de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, estarán presentes en el congreso.

Zamora Vicente, experto en dialectología, estará arropado también por los presidentes de numerosas academias de la Lengua de países latinoamericanos, a quienes le une una relación especial con él al ser uno de los máximos responsables de la fluida relación con la institución española. La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes presentará el martes 12, tras el acto de apertura, la biblioteca de autor dedicada a Zamora Vicente. Ese mismo día, en el Paraninfo, el Cuarteto Almus ofrecerá el recital «Salzillesca». El día 13, la compañía de teatro Noviembre llevará al Aula de Cultura de la CAM de Alicante «La fuerza lastimosa», de Lope de Vega. El jueves, en el mismo lugar, Amancio Prada, que también cantará el viernes durante la investidura de Zamora Vicente, interpretará «Cantigas y romances». El homenajeado plantará el día de la clausura una palmera conmemorativa frente al edificio de Relaciones Internacionales.

José María Aznar se suma a los actos por el «maestro»

El presidente del Gobierno, José María Aznar, remitió el pasado día 5 de febrero una carta a la atención de Alonso Zamora Vicente «como testimonio de mi adhesión a los actos que se van a celebrar, con motivo de su investidura como Doctor Honoris Causa». Aznar indica en la misiva que «España debe reconocer en vida los méritos de sus hombre más ilustres, y saberlos agradecer» y desea a Zamora Vicente, a quien se dirige como «querido maestro», una «larga vida rodeado de sus seres queridos y que ese -gusano- socarrón de sus cuentos siga produciendo durante muchos años historias llenas de vida y experiencia, que sigamos contando al calor de la lumbre y al trasluz de un mago del idioma».

LOS POETAS PREFERIDOS DE ZAMORA VICENTE DAN INICIO A SU HOMENAJE

San Juan de la Cruz, Lope de Vega, Gil Vicente, Antonio Machado, César Vallejo, Rubén Darío, Valle Inclán, Jorge Guillén, Vicente Alexandre, Concha Zardoya, Joaquín Benito de Lucas, Leopoldo de Luis, José García Nieto? Algunos de los poetas preferidos de Alonso Zamora Vicente y algunos de los que le han dedicado poemas personales volvieron a sonar ayer tarde en la voz de Carlos Hipólito y Arturo Querejeta, quienes, con el acompañamiento musical de Juan Carlos de Mulder, dieron inicio con un recital en el Club INFORMACION al Congreso Internacional en torno a la figura del ilustre académico y escritor, que se inaugura oficialmente hoy en la Universidad de Alicante.
El recital fue seguido con evidente emoción, desde la primera fila del auditorio del Club, por Zamora Vicente, quien se vio arropado por un numeroso público que acudió al acto, entre el que se encontraban varios representantes de las academias iberoamericanas.

Carlos Hipólito ha trabajado desde sus inicios con los mejores directores de escena nacionales. En cine, el actor ha estado a las órdenes de Pilar Miró, Javier Aguirre, Mario Camus, Carlos Saura y José Luis Garci, entre otros.

Arturo Querejeta ha trabajado como actor en más de sesenta montajes, además de ser también un rostro habitual del cine y la televisión, en series como «Brigada central», «La huella del crimen», «El comisario», «Robles, investigador privado» y «Al salir de clase», entre otras.

Juan Carlos Mulder compagina en la actualidad su trabajo en las más importantes grupos de música antigua con la dirección de la formación Camerata Ibérica, con el que grabado varios discos.

ENTREVISTA

ALONSO ZAMORA VICENTEACADÉMICO Y ESCRITOR

«CONOCER LA LENGUA PRODUCE UNA ESPECIE DE DIGNIDAD INTERIOR»

ÁNGELES CÁCERES

El verbo justo, el matiz exacto, medida la ironía, claro y rotundo el juicio. Escucharle es, amén de un privilegio, un puro ejercicio de placer. Enfilando los noventa años, tal vez lo que más sobresalga en él sea su tremenda lucidez, brillando como remate enjoyado de una increíble memoria. Anda despacio, un poco encorvado, pero va muy por delante del común de los cerebros. Lo tenemos desde ayer en Alicante: todo un lujo.

¿Cuándo se inicia su historia de amor con la palabra?

Cuando empecé a hablar. Yo de niño tenía más de una lengua para defenderme. El castellano de mi familia, educado, correctísimo y planchado, de funcionarios, militares de graduación, algún prelado? una tortura. Y el español de la calle, que no podía emplear en casa porque las tortas revoloteaban; sobre todo tenía una hermana obsesionada por el lenguaje distinguido? mire usted cómo sería que se murió de golpe viendo la televisión. Yo vivía en Las Vistillas, hoy un jardín precioso dedicado a Gabriel Miró, por cierto, con una estatua a Gómez de la Serna; entonces era salvaje, un vertedero, y los niños nos dejábamos caer por la pendiente con una espuerta vieja, una expedición preciosa; yo aprendía allí un español que era en cierta forma el del esperpento de Valle Inclán. Por eso cuando descubrí que la gente no entendía aquel lenguaje, que era el mío, decidí estudiar los esperpentos. Los madrileños procedemos de la enorme inmigración de finales del siglo pasado, y todo el que se preciara tenía un pueblo al que iba de vez en cuando, y del que venían los familiares a operarse de cataratas y de otras cosas más quevedescas; tener sangre en el ojo, expresión de la nobleza clásica, se aplicaba al hombre pundonoroso, pero Quevedo aclaró que era una referencia a las almorranas. Eso me valía para en el colegio pasar por una especie de genio porque el chico de ciudad desconocía el léxico de la trilla, la recolección de la aceituna, las tareas de la era, la siega

¿Lexicografía, dialectología, docencia, crítica, creación literaria, la Real Academia, premios, honores? ¿le ha quedado tiempo para vivir?

¡Claro! Si no vivo, no escribo. Es la preocupación por el idioma, yo dedico a cualquier trabajo el mismo cariño. En el periodo peronista, en Argentina el lenguaje se empobreció muchísimo.

¿Y qué piensa del empobrecimiento del lenguaje en España?

No tiene más que una raíz: educación. Los niños cada vez leen menos, hablan menos, escriben menos. Se sientan ante la televisión y pierden el placer de un diálogo, un chavalín de bachillerato no sabe ya recitar un viejo romance. Como nuestros cómicos, que no es que no sepan decir el verso sino que no saben enunciar las ideas del verso, que es otra cosa más peor. No se trata de cursos de Lengua ni de enseñarla como una asignatura más, los chicos la estudian como si fuera matemáticas y así no conocen su lengua. Es una pena, conocer la lengua produce una especie de dignidad interior, eso lo sé yo. Precisamente en el discurso mío de investidura yo hablo del daño; hemos recogido las viejas consonantes sonoras en muchos sitios y yo las he visto desaparecer; yo he visto unos pastores que no bajaban nunca a las ciudades más que al hospital alguna vez o al servicio militar, y cuando he vuelto a esas zonas esos pastores o sus hijos continuaban allí pero tenían un transistor en la mano, ya no era la soledad total con sus animales y sus montes. Y aprendían la propaganda, la sensación de la pobreza y la estupidez propia recibiendo rachas de anuncios de felicidades y venturas? ¿y dónde está la felicidad?, desde luego no en la radio, ni en la televisión.

Santiago de Compostela, Salamanca, Mérida, Buenos Aires, México, Puerto Rico, Estados Unidos, Europa? en su trayectoria, ¿hay algún sitio por el que sienta una especial querencia o ternura?

Eso coincide con épocas de la vida. Mérida, por ejemplo, para mí fue una resurrección, una gloria. Yo no sé cómo es la que ya me tienen preparada Allí, o sí: una habitación espaciosa con vistas a la tierra.

Y con Quevedo y Cervantes de vecinos, no se queje.

Mire usted, para ir a Pozuelo o a Getafe hacía falta un salvoconducto de la policía que costaba cinco duritos, una fortuna entonces. Franco nos había hecho pobres de solemnidad a todos los que no habíamos estado con él, tuvimos que entregar hasta el último céntimo; hace muy pocos días he roto el último recibo de mis padres, hay que hacer limpieza de papeles que no son recuerdos. Por el hecho de ser catedrático te daban una cartulinita roñosa con una foto, y con eso no te pedían el salvoconducto. En las primeras vacaciones de Navidad que yo fui a Madrid iba con mi carné en la gloria y en primera, tenía un sueldo muy grande, novecientas pesetas, porque estaba el escalafón vacío: entre muertos, asesinados, presos y despistados entré muy arriba. En Puertollano subieron unas personas hablando muy alto, cómicos que habían representado, a quién se le ocurre, Rosas de Otoño? Benavente en aquellos momentos, claro, no fue nadie. Yo en mi rinconcito con el carné y en cuanto aparece el policía extiendo el brazo para enseñarlo; pero él cogió un papelito de aquellos señores, lo miró, se fue y a mí ni caso; es que llevaban pasaporte colectivo y, ya ve usted, me tomaron por cómico.

A mí de su discurso de ingreso en la Academia me ha sorprendido, fíjese, la humildad.

Pues yo creo que es un enorme acto de soberbia. Precisamente por aquellos días me envió Carlos, el hijo mayor de Valle Inclán, un ejemplar de Luces de Bohemia autorizado por la censura que con las mutilaciones quedaba reducido a un suspirillo, y con anemia. En la Academia estaban asustados con el discurso y yo les decía: no os preocupéis que no pasa nada, aquí no se entera nadie; en esos mundos de arriba sólo se enteran los grandes prebostes, y sólo si alguien les ha dicho que insultan a Franco; y efectivamente así pasó.

Cela, un escritor muy estudiado por usted, fue censor.

Bueno? tuvo que hacer algo para ganar perricas. La censura era una cosa un poco confusa; el contacto que yo he tenido con ellos es que eran majaderos, y de los majaderos no se pueden esperar más que majaderías. En un cuentecillo que salió en Ínsula yo me reía de las primeras emisiones de televisión cara al público con una señorita cargada de sobresalientes en Ciencias Fisicoquímicas en Madrid, que le preguntó el presentador sobre la teoría de la relatividad y ella contestó: ¿ el qué de la qué?

Fue usted secretario de la Real Academia dieciocho años.

¡Sí, hija, sí! Tuve momentos buenos y bonitos y otros muy malos. Me tocó hacer una cosa penosa porque nadie la entendía, pasar de una estructura patriarcal a hacer una empresa. Yo de- safié muchísimas veces a mis colegas a que encontraran en la casa alguien que entendiera de eso menos que yo, pero lo hice pese a la oposición sin sentido de los trabajadores a la Seguridad Social, qué cosa? Eso me llevó dos años largos, y cuando acabé ese periodo de la Academia ya empezaba yo a desconfiar de la ciencia filológica que se hubiera hecho en España. El reflejo lo veo ahora, cuando me llegan muchos catálogos de las grandes editoriales europeas y no hay un sólo nombre español. Le aseguro que eso me hace sufrir.

¿Y cómo lleva lo de ir recibiendo honores por las universidades de medio mundo?

Uno recuerda de eso a las personas, lo bien que lo han tratado, las ausencias a veces en el auditorio de la universidad. Verá, eso de que Dios hizo el mundo en siete días es una confabulación judeomasónica contra los españoles. Lo hizo en seis y no le quedó una secretaria ni un mal mensajero, pero él tenía un remuguillo, no se dormía: se me olvida algo. Y de pronto, ¡ay, los españoles! Se levantó de un salto, nos hizo de prisa y corriendo y así salimos, con atisbos de genialidad extraordinarios, una capacidad enorme de desprecio hacia la genialidad, y tontos solemnes. Hay mucho tonto por el mundo pero la tontería española es genial, simpática.

Estuvo con Pedro Salinas, Dámaso Alonso, Menéndez Pidal, Américo Castro ¿que han supuesto en su vida?

Todo. Yo soy en estos momentos la única persona viva del Centro de Estudios Históricos. Soy un superviviente de muchas cosas, pero ésa la recuerdo todos los días. Había dos personas que recordaré siempre: Tomás Navarro y Américo Castro. Ellos habían tenido un tropiezo durante la guerra y no se hablaban y para mí, que tenía relación con los dos, era una problema.

¿A qué edad se enamoró de su esposa, María Josefa Canelladas?

Quizá estaba la cosa madura cuando estalló la guerra.

Tenía usted veinte años.

Sigo teniéndolos, porque no me dejaron cumplir los veintiuno. Éramos condiscípulos y vecinos, ella tenía que pasar por mi puerta para ir al tranvía; muchas veces nos íbamos andando y con ese dinero comprábamos en los carritos libros preciosos de editoriales que habían dado en quiebra. Estalló la guerra y todo se fue al garete, ella estaba en un hospital de sangre en el penal de Ocaña y yo pasaba por allí a veces a buscar víveres para el batallón.

¿Dónde hizo la guerra?

En zona roja. Me movilizaron en Madrid y estuve en el servicio de recuperación del tesoro artístico. Metíamos las cosas en Las Descalzas y en el sótano de San Francisco el Grande. Del amor, me preguntaba. Pues luego, al final de la carrera terminamos sólo dos, ella y yo; y claro, nos tuvimos que casar. Y ya tengo nietos: unas criaturas preciosas.

Tiene usted un gran sentido del humor, qué maravilla.

Hay que ponerse el mundo por montera. Si no, la circunstancias externas que yo he vivido, insufribles. La guerra estará siempre presente en todo cuanto escriba o haga, fue un hachazo que cortó vidas, proyectos, ilusiones. Y luego las repercusiones de una represión que fue cruel y excesivamente larga. Faltó generosidad, los vencedores que no la tienen no son vencedores de nada. Eso el comandantín no lo entendió jamás.

Para terminar, ¿puede la prensa subir el listón de la lengua?

Puede hacer muchísimo, y algunos medios lo hacen, gracias a Dios. No es labor de un día y el fruto tarda en verse, pero lo da. No le quepa la menor duda.

PROPONEN A ZAMORA VICENTE PARA EL «PRÍNCIPE DE ASTURIAS»

J. A. GIMÉNEZ

La Universidad de Alicante ha acordado promover institucionalmente la candidatura del catedrático Alonso Zamora Vicente para el próximo Premio Príncipe de Asturias de las Letras, según adelantó ayer el Vicerrector de Extensión Universitaria, José Carlos Rovira, quien ocupa la presidencia del Comité Ejecutivo del Congreso Internacional que esta semana se realiza en homenaje al maestro.
Zamora Vicente, único representante vivo del Centro de Estudios Históricos, en el que se formó con Menéndez Pidal, presenció ayer en el Paraninfo de la Universidad de Alicante el acto de apertura de las actividades que se van a llevar a cabo en su honor y que concluirán el viernes con su investidura como Doctor Honoris Causa. Fue durante la inauguración cuando Rovira anunció el visto bueno de la Junta de Gobierno a la propuesta planteada por el congreso.

Un gran número de participantes del congreso había manifestado su propósito de redactar cartas de solicitud del premio para el académico de la Lengua, si bien Rovira declaró que «agradecemos mucho el interés, pero en primer lugar vamos a hacer la propuesta como institución», en referencia a este congreso internacional.

Biblioteca virtual

Alonso Zamora Vicente, que afirmó con buen humor que «yo aún no he cumplido los 21», se mostró ayer radiante a sus 86 años con la presentación de su Biblioteca de Autor inaugurada en la Biblioteca Virtual «Miguel de Cervantes», de la que se habló como «referente mundial de las bibliotecas virtuales».

El que fuera director del Instituto de Filología de Buenos Aires, y hasta 1989 Secretario perpetuo de la Real Academia, además de Doctor Honoris Causa por varias universidades y autor de un centenar de libros y ediciones, dedicados tanto a los estudios filológicos, históricos y críticos como a la creación literaria, cuenta con varios vídeos de entrevistas con el autor, imágenes de sus momentos vitales y profesionales más importantes.

El último representante de la Institución Libre de Enseñanza, que dijo que su «chepa» no es más que «la consecuencia del tiempo que estuvo trabajando de ángel», cuenta en la web con una completa cronología de su vida, un amplio catálogo de sus obras, incluido el discurso de ingreso en la RAE ?editado también en facsímil con ocasión del homenaje, mapas dialectológicos, así como una completa bibliografía sobre sus labor crítica y los enlaces recopilados con las webs existentes sobre el autor.

ADHESIONES AL HOMENAJE

LAS CARTAS DE VARGAS LLOSA Y CELA

El rector de la Universidad de Alicante, Salvador Ordóñez, inauguró ayer el Congreso Internacional «La Lengua, la Academia, Lo Popular, Los Clásicos, Los Contemporáneos» con la lectura de la carta de adhesión del presidente del Gobierno, José María Aznar, a los actos en homenaje a Zamora Vicente previstos en Alicante, una misiva de la que ya informó el pasado domingo este diario. Ordóñez destacó igualmente el caso del escritor Mario Vargas Llosa, quien excusa su ausencia «por motivos familiares y laborales». En su escrito, el autor de «Lituma en los Andes» manifiesta su «enorme respeto y admiración» por quien fue «mi maestro» y abundó en que se trata de «un justísimo homenaje». El rector señaló, por último, el «gran valor sentimental» que conlleva la carta con la que el desaparecido Camilo José Cela respondió, «aceptando gustosamente y a la espera de concretar las fechas», a la invitación cursada por Alonso Zamora Vicente.

Datos informativos

Fecha inicio : 11-03-2002

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