Entrada libre
Editorial: AGUILAR
JUAN JOSÉ MILLÁS
(Valencia, 1946) vive en Madrid desde que tenía seis años. Obtuvo el Premio Sésamo por su primera novela «Cerbero son las sombras», en 1975, el Premio Nadal por «La soledad era esto», en 1990, y el Premio Primavera por «Dos mujeres en Praga», en 2002. Traducido a más de diez idiomas, de su obra literaria cabe destacar, entre otros, los siguientes títulos: Visión del ahogado», «El jardín vacío», «Papel mojado», «Letra muerta», «El desorden de tu nombre», «Primavera de luto», «Ella imagina», «Tonto, muerto, bastardo e invisible», «El orden albafético», «No mires debajo de la cama», «Anticuentos» y «Cuentos de adulteros desorientados».
Su éxito entre los lectores se debe, además, a los artículos y reportajes que publica regularmente en «El País» y en otros medios, por los que ha recibido también varios premios, entre ellos el Mariano de Cavia.
El caso de NEVENKA FERNÁNDEZ contra la realidad
Bajo sospencha. Cuando Nevenka Fernández, sin experiencia política previa, acepta presentarse a las elecciones municipales en Ponferrada, en el número tres de la candidatura del Partido Popular que encabeza Ismael Álvarez, se pone bajo sospecha. Sigue bajo sospecha cuando, con tan sólo 24 años, recién terminada la carrera de Empresariales, se le encarga la gestión de un presupuesto de 6.000 millones de pesetas. Es Nevenka Fernández la que está bajo sospecha cuando presenta su dimisión y ofrece una rueda de prensa en la que denuncia la situación que ha venido padeciendo desde su llegada al Ayuntamiento de Ponferrada. ¿Por qué no cortó de raíz y desde el primer momento las insinuaciones de Ismael Álvarez, el alcalde cincuentón y con fama de mujeriego? Éste, en cambio, según la opinión de Ana Botella, había actuado de forma «impecable». No había sombra de duda. Sin embargo, los tribunales fallan en su contra.
El «caso Nevenka» nunca ha sido el «caso Ismael Álvarez». ¿Por qué? Nevenka Fernández descubrió un día cómo se denominaba aquello que estaba viviendo: acoso, acoso sexual, y tuvo el valor de denunciarlo, de romper con su orden social sin tener otro de repuesto. No sabía entonces que su figura podría interpretarse como paradigma de unos modos universales y ancestrales, criticados públicamente pero demasiadas veces consentidos en la práctica. Y que se convertiría en la heroína literaria del más perspicaz observador de la realidad entre nuestros escritores: Juan José Millás.
Juan José Millás afirma que «el poder político engaña mucho»
J. A. GIMÉNEZ
Hay algo que no es como me dicen. El caso de Nevenka Fernández contra la realidad» da título al libro en el que el escritor y periodista Juan José Millás analiza «el calvario» sufrido por la concejala de Hacienda del Ayuntamiento de Ponferrada que presentó una denuncia por acoso sexual contra el alcalde del Partido Popular de aquella localidad, Ismael Álvarez. El autor valenciano presentó ayer esta nueva publicación en el salón de actos del Club INFORMACION junto al periodista y consejero delegado de Editorial Prensa Ibérica Jesús Prado.
Juan José Millás señaló ayer en declaraciones a este diario que el título de «Hay algo que no es como dicen» va muy acorde a lo que ocurre en España. «Nunca nos cuentan todo lo que es: como decía una canción ?nos han educado con cuentos?». El escritor de «Dos mujeres en Praga» y «El orden alfabético» resume la historia de Nevenka Fernández como la de «una persona a la que todo lo que le han contado es mentira». Millás afirma, en este sentido, que «el poder político utiliza mucho el engaño», citando el caso del Partido Popular «que ayer mismo -el lunes para el lector- dijo que las tropas españolas de relevo para Irak no podía salir por motivos técnicos y luego hemos sabido que no era por eso».
El gran problema de una mujer que, como Nevenka, se atreve a denunciar el acoso en un entorno político es que «además de al poder se enfrenta a una atmósfera de sospecha», dice el autor. A su juicio, en la sociedad «se las criminaliza» y mucha gente «no podía pensar que ella estuviera ahí -en alusión a su cargo de edil de Hacienda con 24 años- sin haber pagado un peaje». «El segundo grave problema -explica Millás- es que pese a ganar en los tribunales pierden en la sociedad, porque Nevenka vive fuera de España y el agresor sigue en Ponferrada».
El periodista hace hincapié en la absoluta falta de apoyo que la joven obtuvo por parte de sus compañeros. «Nadie de su familia política se ha interesado por ella en los tres años que duró el calvario procesal», asegura. Y es que en cuestiones relativas al acoso los partidos «tienen unas ideas políticamente correctas, pero a la hora de llevarlas a la práctica las vísceras no les dejan», subraya el autor, citando como ejemplo a la esposa del presidente del Gobierno en funciones, Ana Botella, «que se solidarizó con el acosador y no rectificó ni tras ser condenado».
Al margen del caso de Nevenka, «arquetípico por los protagonistas y el espacio donde sucede», apunta, este triste paseo por la realidad podría continuar con el caso del alcalde de Toques y las manifestaciones al respecto de Fraga o con los de obispos que amparan a sacerdotes acusados de pederastia. «Hoy es imposible abrir el periódico sin encontrarte con ejemplos como estos, es espectacular», se lamenta el escritor. En el fondo de la cuestión, el ganador del Premio Nadal en 1990 por «La soledad era esto» no cree que se trate de un exceso de ignorancia. «Eso sería un diagnóstico erróneo», puntualiza el articulista, que opina que «es cosa de la ideología, de creer que la mujer es un objeto que está en manos del hombre». Esta concepción de la relación entre ambos sexos «la tiene también gente que es culta, por tanto el problema no es cuestión de falta de cultura, sino de que estamos en una sociedad patriarcal y machista que piensa así, cuando la realidad es otra». Por estas razones, en una situación de desigualdad así, Millás se muestra de acuerdo con la llamada «discriminación positiva» y apoya el Gobierno paritario anunciado por José Luis Rodríguez Zapatero.
Refrenda igualmente nuevas leyes sobre la violencia de género, «muy necesarias para empezar a cambiar una sociedad», incluso a pesar de la mala aplicación que en ocasiones hacen de las mismas los jueces. «La judicatura es otro reflejo de una sociedad misógina y machista», sentenció Juan José Millás.
«Aznar no soporta otra verdad que no sea la oficial»
Juan José Millás, al que ayer el consejero delegado de Editorial Prensa Ibérica Jesús Prado calificó como «el columnista más brillante de la prensa española de los últimos años», manifestó que «yo no creo en la objetividad del periodista». El articulista considera que «debe ser el lector» el que valore lo que se le dice y reconoce que a la hora de escribir su libro «desde un principio sabía del lado de quién estaba».
El colaborador de INFORMACION, que demuestra a diario «un coraje intelectual, arrojo, lucidez y compromiso con la libertad infrecuentes en estos tiempos», según dijo ayer Jesús Prado, confía en que su obra ayude a otras mujeres que padecen el mismo infierno que tuvo que atravesar Nevenka Fernández.
Por otro lado, Juan José Millás declaró ayer a este periódico que el PP perdió las elecciones «por haber mentido y por meternos en una guerra que no queríamos». En su opinión, el 11-M fue «la gota que colmó el vaso tras casos como los del Prestige o el Yak-42». «Los votos suelen ser conservadores y se mueven despacio», dijo el escritor para elogiar la rápida reacción de los ciudadanos. Millás atribuye al interés de Aznar la «inventada guerra mediática», pues «no soporta otra verdad que no sea la oficial». Añadió que gobernar «es difícil», por lo que Zapatero «deberá conciliar la distancia entre la teoría y la práctica».
