Interviene
Domenico Cosenza. Psicoanalista. Miembro de la Scuola lacaniana di Psicoanális en Italia. Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Doctor en Psicoanálisis por la Universidad de París VIII. Docente del Instituto Freudiano y de la Unversita degli studi di Pavia. Director científico de la comunidad terapéutica La Vela de Moncrivello (Vercelli) para anorexia y bulimia
Presenta
Ruth Pinkasz. Psicoanalista. Psicologa. Miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis-España. Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Docente del Instituto del Campo Freudiano.
DOMENICO COSENZA:
«HAY MÁS AFECTADOS DE BULIMINIA PORQUE CONSIDERAN ESTA ENFERMEDAD COMO UN ESTILO DE VIDA»
La comida, los juegos… pueden ser utilizados de manera patológica como una manera de evadirse de los problemas. Una tendencia que, según Doménico Cosenza, está en auge. De sus años de experiencia abordando la anorexia y la bulimia, este psicoanalista italiano alerta del papel que está jugando internet en la difusión de estos trastornos.
PINO ALBEROLA
En su charla de ayer abordó el «Derecho a la salud versus deseo subjetivo de transformación». ¿A qué se refiere?
Actualmente estamos en una condición donde la universalidad del derecho se ha impuesto, lo que tiene unas implicaciones en el campo de la salud mental. Hay situaciones paradójicas donde el paciente reclama el derecho de ser tratado por los médicos, pero sin implicarse subjetivamente en su tratamiento. Esto es una paradoja porque sin implicación no hay posibilidad de un cambio. El problema es que muchas veces se usa el derecho a obtener algo como un factor en contra de obtener un cambio efectivo.
¿Por qué motivos no se implica el paciente?
Porque el tratamiento, cuando hay un sufrimiento mental, implica tocar los puntos más problemáticos de su vida y la tendencia del sujeto es a estar lejos de estos puntos. Los analistas siempre han hablado de que el sujeto se defiende de sus momentos malos, pero ahora esto es más evidente. El sujeto tiene la tendencia a responder al sufrimiento con objetos de goce, como la comida, el juego patológico…. Funcionan para él como soluciones que no le implican un trabajo subjetivo alrededor de lo que determina su malestar. Los usa para huir del punto problemático.
Usted trabaja como director científico de una comunidad terapéutica para anorexia y bulimia. Desde sus años de experiencia , ¿cómo está cambiando la incidencia de estas enfermedades en los jóvenes?
En la última década hay una predominio de la bulimia y de otros trastornos por excesos alimentarios. El exceso está prevaleciendo sobre la anorexia, que es el rechazo a la comida. También asistimos a una complejidad de los síntomas, es más frecuente que haya casos de bulimia junto a adicciones como drogas, alcohol o dependencia de medicamentos. Otro factor de cambio es que este fenómeno ha encontrado un nivel de difusión nuevo en internet con las comunidades «proana» y «promia», que sostienen la dignidad del síntoma anoréxico y bulímico. Estos grupos sostienen que no se trata de enfermedades, sino que son un estilo de vida e incluso una religión que hay que difundir por el mundo. Esto conlleva problemas que van más allá del campo del tratamiento clínico e implican a la política y a la sociedad.
Este tipo de páginas, ¿pueden llevar a un aumento en el número de casos?
Es difícil porque las pacientes que empiezan tienen la tendencia de consultar estos sitios y es un factor que alimenta la propagación de la enfermedad. En este tipo de páginas se muestra una especie de aprendizaje hacia la cultura de la anorexia y la bulimia. Hay portales en los que se explica cómo empezar a vomitar… Explican lo que hay que hacer como una función pedagógica y esto es un factor completamente nuevo contra el que hay que luchar.
