(En la conmemoración del 45 aniversario de su muerte)
INTERVIENEN:
JOSÉ FERRÁNDIZ CASARES. Crítico teatral, que hará una exposición de la personalidad del comediógrafo
TEATRO UNIVERSITARIO DE ALICANTE, dirigido por ANTONIO CIFO, que escenificará dos fragmentos del ensayo «El teatro y la realidad»
JUAN A. RÍOS CARRATALÁ. Profesor de la Universidad de Alicante,
PRESENTA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
«EL ACIERTO DE JARDIEL FUE HACER POSIBLE LA UNIÓN EN SU OBRA ESCÉNICA DE LA RISA CON EL SENTIMIENTO»
La conferencia de José Ferrándiz Casares, con que se abrió el acto en el Club INFORMACION el lunes, víspera del 45 aniversario del fallecimiento de Enrique Jardiel Poncela, analizó las características de la época teatral en que se desenvolvió, las razones de su éxito entre el público, y su carácter renovador de la risa en la escena española.
Siguiendo una estructura en la que el análisis se entremezclaba con la lectura de fragmentos de algunas de sus obras, el crítico fundamentó en el propio testimonio de Jardiel su visión del teatro español contemporáneo. Con la que calificó de «sinceridad singular», Ferrándiz Casares desgranó el decálogo del escritor que hizo Jardiel y cómo invertían en su época las 24 horas del día los autores teatrales. Dos retratos agudos y mordaces, salpicados de un humor inteligente, con los que el comediógrafo «que quizá se está descubriendo» asimismo, se apoya para diferenciar la obra de Benavente y Martínez Sierra de los Quintero, Arniches, García Álvarez y Muñoz Seca.
«Dentro de la aversión personalista que ha existido siempre dentro de la república de las letras», el crítico teatral mencionó las críticas que el teatro de Jardiel «de extraordinarias invenciones» ha recibido por su falta de profundidad.
Búsqueda del triunfo
El conferenciante, con varios testimonios del propio Jardiel y la lectura de fragmentos de obras como «Una noche de primavera sin sueño», «El cadáver del señor García», «Margarita, Armando y su padre», y su gra éxito «Eloisa está debajo de un almendro», explicó la renuncia en ocasiones del autor a su carácter innovador y transformador del teatro cómico al uso para, buscando saborear el triunfo en vida, someterse a las exigencias de los actores que iban a interpretarlas o a los gustos del público. La lectura de estos fragmentos, «en la que están las tres inflexiones: la cómica, la ridícula y la humorística», llevó la sonrisa al público asistente, especialmente en la lectura de la escena del primer acto de «Eloisa está debajo de un almendro» en la que intervienen Edgardo y los criados Leoncio y Fermín.
Teatro y realidad
La última parte de su intervención la centró Ferrándiz Casares en la conferencia que en Buenos Aires pronunció en 1944 Jardiel afirmando que un teatro verosímil es la negación justa del teatro. El tema que luego sería escenificado por el Teatro Universitario con fragmentos de su ensayo sobre «El teatro y la realidad».
Jardiel, vehemente, defiende lo absurdo y fantástico (el teatro) frente a las pesadumbres de la realidad (la vida) para defender su obra como renovadora de la risa para «arrumbar y desterrar de los escenarios de España la vieja risa tonta de ayer».
Una idea que retomaría el profesor Juan Antonio Ríos Carratalá en el coloquio, «la maestría del humor inteligente frente a la grosera y chabacana comicidad de la plaga de chistosos», para destacar su dominio de la arquitectura teatral y las características compartidas, incluidas sus incursiones cinematográficas, con Neville, López Rubio, Tono y Mihura.
