Charla-coloquio
Entrada libre
INTERVIENEN:
SALVADOR MIRÓ. Presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes
PERE JOAN DEVESA. Presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Benidorm (HOSBEC)
JOSÉ RUBIO. Subdirector del Master de Comercio Internacional de la Universidad de Alicante
PABLO O. GÓMEZ. Socio-director de Oftex Internacionalización, S.L.
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
Organiza: OFTEX (Oficina Técnica de Comercio Exterior) Internacionalización, S.L.
COLOQUIO SOBRE EL MODO DE AFRONTAR LAS EXPORTACIONES CON EL EURO AL NIVEL DEL DÓLAR
El salón de actos del Club INFORMACION, en su sede de la avenida Doctor Rico, 17 (en el mismo edificio del diario) acoge hoy por la tarde, a partir de las 20 horas, una charla-coloquio sobre «Exportar con un euro fuerte», con la participación de los presidentes de dos asociaciones empresariales muy vinculadas al comercio exterior, el nacional del Juguete y el de Hostelería de Benidorm, un profesor de la Universidad de Alicante que es subdirector del Master de Comercio Internacional, y el director de una Oficina Técnica de Comercio Exterior.
La provincia de Alicante tiene una larguísima tradición exportadora. Frutas, verduras y vinos de estas tierras llegan cada día a los mercados de toda Europa. Por eso conocer cómo exportar con un euro fuerte, como sucede ahora en que su paridad es muy cercana a la del dólar, es un nuevo reto para la economía alicantina. Ese es el objetivo de la charla-coloquio de esta tarde, organizada por Oftex (Oficina Técnica de Comercio Exterior), que estará presente en la mesa por Pablo O. Gómez, socio-director de Oftex Internacionalización. Con él intervienen el ibense Salvador Miró, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, Pere Joan Devesa, presidente de HOSBEC (la Asociación de Empresarios de Hostelería de Benidorm y comarca), y el profesor José Rubio, subdirector del Master de Comercio Internacional de la Universidad de Alicante.
LOS EXPERTOS CREEN QUE EL EURO HA PERJUDICADO A LA INDUSTRIA PROVINCIAL
R. CARRIZOSA
La fortaleza del euro, que ayer mismo se cotizaba oficialmente a 0,9944 dólares, ha conllevado una pérdida de competitividad de los productos provinciales en los mercados que operan con la moneda norteamericana, al haberse encarecido frente a los de otros competidores en un 14% con respecto al pasado año. Pese a que estas repercusiones no eran desconocidas para los exportadores alicantinos, a los diez meses de la implantación de la moneda única, los expertos aún tienen que seguir planteando como retos la necesidad de avanzar en estrategias empresariales correctivas que eviten una pérdida de posicionamiento en mercados que resultan altamente interesantes para las ventas provinciales, léase EE UU o el sudeste asiático.
Las ventajas y desventajas que supone «Exportar con un euro fuerte» para el motor de la economía provincial -como es la exportación- centraron ayer la charla-coloquio en el CLUB INFORMACION, organizada por la Oficina Técnica de Comercio Exterior (Oftex), y cuyo socio-director, Pablo Gómez, abrió el debate.
Lejos de congratularse con la tradicional vocación exportadora de las empresas alicantinas y las grandes cifras, Pablo Gómez, puso sobre la mesa los datos que deben llevar a la reflexión, a la vez que a la acción «porque algo hay que hacer», «la paridad con el dólar no está resultando tan buena», señaló en distintos momentos. Gómez expuso claramente que desde la implantación del euro la exportación alicantina había perdido un 14% en competitividad por el encarecimiento de sus productos y responsabilizó a los sectores productivos de «acomodarse» y ser «vagos» porque desde que entró en vigor la moneda única, el peso de las exportaciones alicantinas fuera de las fronteras de la UE ha pasado de representar el 34% al 30% actual. «En un año hemos perdido cuatro puntos de cuota de mercado en otros países. Nos estamos relajando en los países de la UE y necesitamos diversificar para, en caso de recesión, poder tener mercados donde dirigirse», insistió Pablo Gómez.
Por su parte, José Rubio, subdirector del Máster en Comercio Internacional Universidad de Alicante, recordó la evolución histórica del euro cuando en 1999 comenzó a cotizar a 1,17 dólares; debilitándose posteriormente con respecto al billete verde «lo que hizo posible las exportaciones y redujo las importaciones». No obstante, Rubio alertó que desde su implantación se está viviendo una «situación de vuelta atrás y de pérdida de competitividad por la vía del tipo de cambio. ¿Alguien se acuerda de lo que ocurrió a partir de 1985 en que el dólar alcanzó las 191 pesetas y a partir de ahí fue bajando en los mercados? Nos quedamos sin poder exportar al área dólar».
Estas llamadas de atención a los sectores exportadores, que en la provincia se concretan en 2.400 empresas, según los datos aportados por Oftex, sólo llevan a los analistas a urgir a las firmas a plantearse «estrategias de competitividad». Rubio advirtió, además, de que la situación puede agravarse cuando sea efectiva la ampliación de la Unión Europea, con la entrada de diez nuevos países, en una primera fase, a partir de 2004. Recientemente, analistas en comercio exterior apuntaban que los sectores productivos alicantinos ya partían con desventaja en estas zonas, al habérseles adelantado para posicionarse en el mercado, competidores como Alemania, Italia e, incluso, Irlanda.
Como subdirector del Máster en Comercio Internacional de la UA, y preparador de los futuros empresarios provinciales, José Rubio apostó por «la creación de un espacio físico en el que Universidad, Administración y empresas hagan más competitivo el tejido empresarial».
El peso exportador de la economía alicantina, según la radiografía ofrecida por Rubio, lo concentran once sectores, que representan el 80% de las ventas exteriores de la provincia, contando muchos de ellos con el hándicap que supone ser intensivos en mano de obra.
El subdirector del Máster en Comercio Internacional enumeró uno a uno los sectores por su relevancia en las cifras de facturación exterior: calzado, agrícola en fresco, textil, mármol, alimentación, componentes de calzado, juguete, marroquinería, alfombras, maquinaria para el calzado y turrón.
Planes estratégicos, deslocalización y tecnología, claves para relanzarse
R. C.
La pérdida de competitividad no debe llevar al desánimo para los sectores emprendedores provinciales. Analistas como José Rubio y Pablo Gómez aconsejaban varias claves que harían invertir la tendencia y permitiría a los exportadores competir en los mercados del área dólar con un euro fortalecido. Pablo Gómez exponía la diferenciación del producto, a través del diseño y las marcas, así como experimentar con nuevos canales de acceso, introduciéndose en tiendas especializadas, frente a la penetración en las grandes superficies. Y a nivel más técnico, negociar tanto con clientes como con proveedores la rebaja de precios, sin dejar de depurar los costes internos «realizando ajustes, sin despilfarrar». Para este experto, «hay que hacerlo porque nuestras empresas son menos competitivas y no podemos quedarnos en actuaciones intracomunitarias».
Por su parte, José Rubio, subdirector del Máster en Comercio Internacional de la Universidad de Alicante, apostaba por planes estratégicos de las firmas, «donde se explicite qué hay que hacer durante un tiempo para alcanzar unos objetivos medibles para dentro de unos años». Igualmente, destacó la necesidad de investigar los beneficios que reportaría la introducción de las nuevas tecnologías en sectores que exportan bienes intensivos en mano de obra, «con los que no somos competitivos con una moneda fuerte».
En este sentido, el profesor Rubio aludió al reto -no menos consabido- de la deslocalización o la implantación de la fabricación en el exterior en zonas con unos menores costes laborales, «pero controlando la distribución, la comercialización y el diseño». Y en este panorama apuntaba el campo que se abre con la ampliación de la UE, en países del este de Europa, entre otras cosas «porque si no lo hacemos nosotros lo harán otros y desde luego que supone un esfuerzo, pues en Alicante se vive muy bien», señaló Rubio intentando estimular la motivación empresarial.
EL JUGUETE BUSCA PONTECIAR SUS MARCAS Y EL TURISMO DAR MÁS CALIDAD EN LOS SERVICIOS
R. C.
Como parte «implicada» y «afectada» en el coloquio del CLUB INFORMACION estuvieron presentes dos representantes de los sectores juguetero y turístico, Salvador Miró, presidente nacional de los fabricantes de juguetes, y Pere Joan Devesa, presidente de la patronal hostelera de Benidorm, Hosbec. La incidencia para ambas actividades económicas ha sido desigual en estos diez meses de implantación del euro, con una acusada tendencia de fortaleza frente al billete verde.
La revalorización de la moneda única «nos ha afectado menos», dijo Salvador Miró por dos factores fundamentales. El primero de ellos, porque el 72% de las exportaciones de juguetes van dirigidas al mercado interno de la UE y, en segundo lugar, porque los fabricantes han podido compensar el encarecimiento de sus productos en el área dólar con la reducción de los precios de materias como el plástico y similares que compran, precisamente, en países que operan con la moneda americana, como es China.
EE UU, tras los atentados del 11-S y Argentina, por la crisis, son, no obstante, dos de los mercados que sí han reducido sus compras. Como contrapartida, Miró expuso que la debacle en Argentina, se ha compensado con el buen comportamiento en México.
No obstante, Miró sí reconoció que, el juguete -segundo productor europeo y décimo en el ránking mundial de exportadores- pese a haber avanzado en la especialización y diversificación del producto, aún tiene la asignatura pendiente del «afianzamiento de nuestras marcas, en lo que aún estamos muy verdes» y debemos tener «versatilidad, ser más rápidos que nadie» en los mercados.
Por su parte, Pere Joan Devesa, aclaró que el turismo, como sector exportador, vende sus productos mayoritariamente al Reino Unido, que no opera con el euro, sino con la libra. Una de las repercusiones más directas de la situación monetaria que soporta el sector ha sido el encarecimiento de los costes salariales, «que están aumentando por encima de la productividad».
Pese a estos costes, así como del lastre que supone «la facturación energética» y la fuerte competencia de otros destinos, el presidente de los hoteleros asegura convencido que «lo que no podemos es competir en precio, como antes. Debemos buscar clientes que pidan la calidad de las prestaciones que ofertamos. La calidad debe ser ya para nosotros algo cotidiano y nuestro producto merece hacer ese sacrificio».
