DATOS DEL EVENTO

  • EMPIEZA
    28-02-2001
  • TERMINA
    01-01-1970

INTERVIENEN:

Armando García Miralles, Carmen Linares Montava, Ricardo Llopis Sobrino, Jordi Miró Belda, Rafael Moya Bernabeu, Antonio Revert Cortés, Rafael Terol Aznar, Lluis Torró Santonja, así como representantes de partidos políticos, de sindicatos, de asociaciones de vecinos, de entidades culturales y otras instituciones protagonistas de la Transición

MODERA:

Pedro Juan Parra

MIEDO Y ESPERANZA

M. VILAPLANA

El debate cerraba el ciclo de
conferencias sobre la Transición
que se han estado desarrollando
bajo la organización del
Club de Amigos de la UNESCO,
el Centre Alcoià d?Estudis Històrics
i Arqueològics y el Club INFORMACION.
El acto acaparó
una fuerte expectación, a tenor de
la elevada presencia de público.

Abrió el turno de intervenciones
Rafael Terol, alcalde de la ciudad
entre los años 75 y 77. Según
explicó, su intención desde un
primer instante fue «luchar por la
democracia. En aquel momento
sólo cabían la evolución política o
la revolución, y yo aposté por lo
primero». Recuerda sus relaciones
con el movimiento obrero, indicando
que «personalidades como
Pepe Linares venían a mi casa
a preparar unas manifestaciones
que querían que fuesen clandestinas.
Así que yo, además de cortar
el tráfico, avisaba al gobernador
para que no enviara coches policiales,
ya que eso hubiera calentado
los ánimos. La verdad es que
las relaciones eran cordiales».
Ricardo Llopis, lider de CC.OO.
en la época, explicaba cómo tenían
que reunirse en iglesias, a pesar
de que en una ocasión «don
Cirilo nos negó la parroquia porque
decía que le habían robado
un copón». También recuerda las
amenazas de cárcel y el éxito de la
huelga del 74 por las 350 pesetas,
en la que «paró todo el mundo».
Armando García Miralles, presidente
de UGT en la clandestinidad,
también aludió a las manifestaciones,
«donde a veces había
más orden público que trabajadores
». Según sus palabras, «nadie
debe capitalizar la Transición,
porque todos aportaron, en mayor
o menor medida».

Carme Linares, militante del
PCE en la clandestinidad, señalaba
por su parte que «yo tenía 18
años y sólo recuerdo ?vara?. La
gente tenía mucho miedo y lo que
se logró fue a base de sacrificio y
muchos días en prisión. Eso hoy
parece que hay mucha gente que
no lo quiere reconocer».

Lluis Torró, concejal comunista
en las primeras elecciones, destacó
que el PCE fue la única organización
que luchó contra el franquismo
durante 40 años, y que
por eso el objetivo del «bunquer»
era que la gente no les votara. «Se
hizo -indicó- la libertad que ellos
querían: una monarquía democrática
y bipartidista que hoy todavía
continúa».

Antonio Revert, fundador de
UCD en Alcoy, indicó que él formaba
parte de un grupo de universitarios
que «no éramos ni de
izquierdas ni de derechas», que se
reunían en «la cripta de Mario
Brotóns» con la gente que perseguía
la democracia. «Nuestro objetivo
-dijo- fue la de aunar una
fuerza liberal en Alcoy que hiciera
de colchón para lograr una Transición
normal». También resaltó
que «nuestros enemigos más salvajes
eran la derecha bisóntica»,
hasta tal punto que, en una ocasión,
«me sacaron una pistola en
un bar».

Rafael Moya duró tan sólo dos
días como presidente de AP en
Alcoy al darse cuenta de que estaba
en una formación demasiado
conservadora, y se pasó después a
la UCD, de la que fue concejal.
«La primera corporación fue
ejemplar. Todos nos respetábamos
y prueba de ello es que el alcalde
Sanus repartió delegaciones
entre todos los partidos».

Jordi Miró, presidente de la asociación
de vecinos Zona Norte, la
primera de Alcoy, señaló que «nacimos
por la situación en que se
encontraba el barrio. No teníamos
la pretensión de derribar el régimen,
aunque sin duda colaboramos
a ello». Sus primeras reivindicaciones
fueron la mejora de las
escuelas y la zona verde «de la
que hoy disfrutamos».

Datos informativos

Fecha inicio : 28-02-2001

Leave a Reply