DATOS DEL EVENTO

  • EMPIEZA
    20-11-1995
  • TERMINA
    01-01-1970

INTERVIENEN:

ANTONIO GARCÍA MIRALLES. Senador y diputado autonómico

JOAQUÍN GALANT RUIZ. Abogado

LUIS CARLOS AMÉRIGO. Abogado

ENRIQUE CERDÁN TATO. Escritor

EDUARDO RUIZ ABELLÁN. Profesor de Ciencia Política en la Universidad de Alicante

FRANCISCO MORENO SÁEZ. Catedrático de Instituto

JUAN MARTÍNEZ LEAL. Catedrático de Instituto

MODERA:

JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista

HISTORIADORES Y PROTAGONISTAS DE LA TRANSICIÓN ABOGAN POR RECUPERAR EL ESPÍRITU DE CONSENSO

SUSANA ABIA

Abrió el fuego de las intervenciones el profesor Eduardo Ruiz Abellán, quien apuntó que «actualmente no hay nostalgia de la época histórica de la transición como tal, «pero sí del espíritu de diálogo y consenso que animó esa etapa». Abellán dijo no entender que los dos líderes políticos -en alusión a González y Aznar- no se hablen. «Eso quiere decir que algo está funcionando mal, porque eso entra casi en el sueldo».

El doctor en Derecho Político criticó que en algunas de las últimas campañas electorales se haya intentado despertar el fantasma de la guerra civil, «porque precisamente los que hicieron una transición ordenada no quisieron volver al dilema de las dos Españas. Políticamente hablando debemos de empezar a pensar en hacer las maletas porque es necesario que con la cooperación que empiece a protagonizar la vida pública se vuelva a producir una situación de diálogo».

En su turno, el profesor Juan Martínez Leal realizó una clara exposición de los pasos que se suguieron en el proceso de la transición, aunque advirtió que «la transición no la hicieron como la pensaron los demócratas. Fue una reforma en el método y el modo no era el que quería la oposición democrática, pero los resultados tampoco fueron los que querían los reformistas del régimen porque el resultado fue una democracia».

Martínez Leal señaló que la forma en que se hizo la transición democrática supuso una amnistía para el régimen anterior «al que nunca se le pasó factura, y quien más puso fue la izquierda». Martínez, como otros de sus compañeros, apeló a «la ética de la responsabilidad» para acabar con la crispación del momento político actual.

El catedrático Francisco Moreno lamentó que todavía hoy los historiadores no puedan acceder a la documentación oficial ni a los archivos militares de la década de los 70 y recalcó que la represión del régimen continuó hasta 1981. «Nadie tenía un diseño concreto de la transición y lo que al final resultó fue consecuencia de muchos factores», aseguró Moreno.

Con ironía, Francisco Moreno recordó que «ahora resulta que la transición la hizo Cholbi -el vicepresidente de las Cortes Valencianas y dirigente del PP- y que no había franquistas».

En el lado de los testigos directos de la época, el escritor Enrique Cerdán Tato, señaló con estupor que «ahora resulta que la transición ha sido un movimiento palaciego y se ha olvidado de los partidos, los sindicatos, los movimientos obreros y el pueblo en su conjunto».

El abogado Luis Carlos Amerigo y ex concejal de UCD también manifestó que el «verdadero protagonista de la transición fue el pueblo» y destacó el papel jugado por el Rey Juan Carlos y por la UCD. «Desde mi posición personal, la transición política ha sido interrumpida y se ha vuelto a un clima de crispación. Los políticos deben aplicar los valores de consenso y rechazar el navajeo, porque la democracia se gana paso a paso».

Joaquín Galant, dirigente democristiano en la etapa de la transición, defendió el papel que jugaron en aquel momento en la provincia la Asociación de Abogados Jóvenes y los partidos que no eran de izquierdas. «La transición se acabará cuando el PSOE vuelva a ganar las elecciones y los partidos de izquierdas y de derechas hayan perdido las elecciones», concluyó.

A su vez, García Miralles manifestó que «esta transición es irrepetible e inexportable» y aseguró que «colaboramos todos y hoy vivimos en un sistema democrático consolidado». El dirigente socialista recordó el papel que jugaron los movimientos asociativos, el Club de Amigos de la Unesco y sectores vinculados al cristianismo de base.

Tras las intervenciones sólo quedaron 10 minutos de debate. Tiempo suficiente para que los ex alcaldes Lassaletta y Luciánez se enzarzaran en una corta y áspera discusión, porque el primero dijo del segundo que fue un alcalde ilegal.

Datos informativos

Fecha inicio : 20-11-1995

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