INTERVIENEN
MARÍA ANTONIA IGLESIAS. Autora del libro
ELENA ALBAJAR. Arquitecta, coautora del proyecto “Memorial para el Campo de Almendros” y el de instalación de la escultura “La Paloma” de Eusebio Sempere en el Puerto de Alicante “La Paloma”
ANTONI GINER. Secretario del Departamento de Didáctica General y Didáctica Específica de la Facultad de Educación de la Universidad de Alicante
MÓNICA MORENO. Profesora de Historia Contemporánea de la Universidad de Alicante en representación de los sindicatos de la enseñanza UGT, CC.OO, CGT, STEPV
PRESENTA
JOSÉ MARÍA PEREA. Director del Club INFORMACION
MAESTROS DE LA REPÚBLICA
María Antonia Iglesias, que fuera directora de “Informe Semanal” y de los servicios informativos de TVE, recoge en esta obra el testimonio de familiares y alumnos de diez maestros, durante el periodo de la II República Española, que fueron ejecutados tras el alzamiento de una parte del Ejército el 18 de julio de 1936. Son maestros de poblaciones de Lugo, Asturias, Zamora, Barcelona, Madrid, Valencia, Cádiz, Cáceres y Sevilla cuya trayectoria humana y profesional se recoge en la obra junto con testimonios fotográficos y un prólogo por cada capítulo de políticos (Beiras, Carrillo, Carod Rovira, Leguina) y escritores como Luis Mateo Díez, Manuel Vicent, Félix Grande, Javier Cercas, Almudena Grandes y Luis García Montero.
MARÍA ANTONIA IGLESIAS ALABA LA VOCACIÓN DE LOS MAESTROS DURANTE LA REPÚBLICA
VICTORIA BUENO
«Los maestros han sido siempre los grandes olvidados pese a que la República haya sido siempre objeto de debate. Y lo han sido injustamente, no sé por qué, por eso quería hacerles este homenaje». La periodista y escritora María Antonio Iglesias desgranó ayer en el Club INFORMACION, repleto de asistentes, el sufrimiento con el que se enfrentó a esta obra que le ha llevado dos años escribir y el pesimismo que todavía le sobrecoge porque no ve que sea posible reconciliarse con tanto dolor.
«Como valor simbólico tan sólo reflejo en el libro el devenir de once de los casi medio millar que murieron y otros 25.000 que fueron represaliados». Todos ellos han coincidido en los mismos valores éticos, la justicia, el apoyo al humilde y la educación a los niños desde la vocación.
Para Iglesias, la República, sin la vocación de los maestros, no habría sido posible. «Fueron los que lograron el cambio en todos los conceptos, en la construcción de las escuelas y los contenidos de la educación en su heroico intento por quitar las telarañas a los más pequeños tras tanta influencia de la Iglesia Católica y la Dictadura de Primo de Rivera». Dice que pusieron en pie los valores de la República «pese al poco tiempo de que dispusieron» y que revolucionaron la educación «en clave de igualdad, libertad y acceso de la cultura para los más humildes».
Fue algo que para la escritora pudo cambiar el país de manera definitiva así como acercarlo a Europa, adelantándose incluso a su época con la libertad de pensamiento. «Frente a lo que se pueda suponer, la mayoría eran profundamente católicos y creyentes y desarrollaron su vocación desde el más profundo respeto a las normas, algo que hoy se echa de menos» La clave cree que está en que «se hacían respetar como autoridad, pero sin abusos, era su forma de estar en la vida lo que provocaba ese respeto y sus alumnos, que ahora tiene 80 años, coinciden en estos valores sin haberse puesto de acuerdo previamente. Más de uno ha dicho que no hubiera sentido más la muerte de su padre».
Ante la crisis de valores actual en el mundo educativo, apunta la autora de «Maestros de la República» que falta ese elemento vocacional. «Con todos mis respetos, falta paciencia y cercanía; los enseñantes andan tan agobiados que buscan un puesto de trabajo y después si te he visto no me acuerdo. Antes eran el referente cotidiano y permanente para todos los demás, de la mañana a la noche y sirvieron a la escuela laica sin fisuras e incluso llevaron los valores de la Revolución francesa a su forma de enseñar, de ahí su fatal destino».
LA PERIODISTA NO CREE POSIBLE UNA RECONCILIACIÓN
María Antonia Iglesias se confesó ayer muy pesimista ante una posible reconciliación de las dos Españas. «La derecha no está dispuesta a ceder ni un milímetro bajo la cínica apariencia de que no quieren reabrir heridas. ¿Qué pueden esperar cuando una de las hijas de las maestras del libro sigue teniendo a su madre muerta en una cuneta separada por un muro del cementerio de Cangas de Narcea porque el camposanto es sagrado? ¿Qué heridas se van a cerrar así?».
Dice que le sigue costando infinito pronunciar las palabras «maestro fusilado» y que cuando se enfrentó al libro tenía mucho miedo al dolor y sufrimiento que suponía que iba a encontrar, pero que después fue todavía más terrible de lo que imaginaba. Como hija de la Transición señala haberlo escrito «con las tripas» y no entiende que 30 años después la derecha «miserable» les niegue el derecho a enterrar a sus muertos. Su obra va por la séptima edición desde septiembre y ya ha vendido 60.000 ejemplares.
