Una película de Thomas McCarthy
PREMIOS
Festival Internacional de Deauville 2008
– Gran Premio Especial a la Mejor Película
– Gran Premio Especial al Mejor Director
Festival Internacional de Cine de Brisbane 2008
– Premio Interfaith al Mejor Director
Independent Spirit Awards 2008
– Nominada al Mejor Director
– Nominada al Mejor Actor Principal (Richard Jenkins)
– Nominada a Mejor Actor Secundario (Haaz Sleiman)
SINOPSIS
En un mundo de seis mil millones de personas, sólo necesitas una para que te cambie la vida
Walter Vale, de sesenta y dos años, camina como sonámbulo por su propia vida. Perdida su pasión por enseñar y escribir, llena su vacío existencial intentando infructuosamente aprender a tocar el piano clásico. Cuando su universidad le envía a Manhattan para asistir a una conferencia, Walter queda sorprendido al descubrir que una joven pareja se ha instalado en su apartamento. Víctimas de una estafa inmobiliaria, Tarek, de nacionalidad siria, y Zainab, su novia senegalesa, no tienen adónde ir. En la primera de una serie de pruebas para su corazón, Walter permite de mala gana que la pareja se quede con él.
FICHA TÉCNICA
Dirección y guión: Thomas McCarthy
País: USA
Año: 2007
Duración: 103 minutos
Género: Drama
Interpretación: Richard Jenkins (Walter Vale), Hiam Abbass (Mouna), Haaz Sleiman (Tarek), Danai Gurira (Zainab)
Producción: Mary Jane Skalski y Michael London
Música: Jan A.P. Kaczmarek
Fotografía: Oliver Bokelberg
Montaje: Tom McArdle
Diseño de producción: John Paino
Vestuario: Melissa Toth
Estreno en USA: 18 abril 2008
CINE – CRÍTICA
ANTONIO DOPAZO
Una de esas pequeñas grandes películas que merecen el aplauso y la consideración más firme del aficionado. No sólo por sus virtudes, especialmente esa sensibilidad que ocasiona una conexión total del espectador con los personajes hasta el punto de vivir sus tremendos problemas, también por el mérito que supone hacer un producto de tanta envergadura con tan reducidos medios y sin nombres estelares en el reparto. Un cine independiente norteamericano, en suma, en su mejor faceta y expresión que ha sido premiada en los festivales de Deauville y Brisbane y que ha permitido a Richard Jenkins, en una labor prodigiosa, conquistar numerosos galardones y ser justamente nominado al Oscar. Esta segunda película del actor Thomas McCarthy, que debutó en 2003 con la ya espléndida «Vías cruzadas», supone la confirmación de un excelente cineasta, responsable también del guión, capacitado para lanzar en la pantalla un terrible y contundente alegato contra la discriminación racial, contra los más elementales derechos del ser humano y contra los seres más desprotegidos de la sociedad, unos inmigrantes del tercer mundo en Estados Unidos.
