DATOS DEL EVENTO

  • EMPIEZA
    04-05-1998
  • TERMINA
    01-01-1970

En colaboración con UES (Unidos para una Educación Solidaria)

INTERVIENEN:

MANUEL SIMÓN VELASCO. Director de la OIT (Oficina Internacional del Trabajo)

FRAN EQUIZA LÓPEZ. Director de Educación sin Fronteras

CARLOS PRO RODRÍGUEZ. Presidente Provincial de UNICEF

MONTSE CAMACHO JORDÁ. Coordinadora de Cooperación Internacional de la Fundación Josep Comaposada

LUIS YLLA JANER. Director Territorial de Intermón

IGNACIO RIVERA GALLEGO. Presidente UES (Unidos para una Educación Solidaria)

UN INFORME DE UGT AFIRMA QUE LA HOSTELERÍA Y LA ECONOMÍA SUMERGIDA EMPLEAN A MENORES DE 12 AÑOS

MARÍA JESÚS SÁNCHEZ

«Trabajo Infantil: los límites de la explotación» fue la temática de la mesa redonda celebrada en el Club INFORMACIN y en la que participó la coordinadora de Cooperación Internacional de la Fundación Josep Comaposada, Montse Camacho, quien basó su intervención en un estudio elaborado por UGT en el año 1995, donde se contabilizó que de 500.000 a 800.000 niños realizan algún tipo de actividad laboral en nuestro país. En muchos casos, muchos de estos menores de 16 años simultanean la escuela con cinco o seis horas de trabajo y otros acaban dejando sus estudios para someterse a jornadas laborales mucho más largas.

El informe destaca que el sector servicios acoge al 38% de estos niños y que una parte importante (fundamentalmente niñas) estarían empleadas en el servicio doméstico. La mayoría trabaja en hostelería, sobre todo bares y restaurantes de ámbito familiar. En la agricultura se encuentra el 31% de los menores en las zonas rurales y generalmente en explotaciones familiares, mientras que otro porcentaje considerable se desplaza junto a su familia como temporeros a campañas agrícolas de otras zonas.

En tercer lugar se sitúa la industria con el 18%. La mayor parte se da en pequeños talleres de manufacturas, confección, empaquetado y juguetes. En su gran mayoría son empresas clandestinas que operan en la economía sumergida y escapan a las inspecciones de trabajo. Esta circunstancia incide en que se realice la labor en condiciones de seguridad y sanitarias muy dudosas que pueden repercutir en sobre su crecimiento y provocarles enfermedades de carácter crónico. A esta situación se añade que en ocasiones realizan trabajos peligrosos en los que la falta de conciencia del niño, el agotamiento por los largos horarios y la carencia de medidas de seguridad son factores que aumentan el riesgo de accidentes.

Según el estudio, la distancia del resto de niños, la introducción prematura en un mundo de adultos y realización de trabajos denigrantes o rutinarios, influyen de forma negativa en la estabilidad emocional del menor y en su desarrollo personal y psicológico. También se desvela que en algunas ocasiones, la situación se ve agravada por episodios de malos tratos físicos y psicológicos.

La pobreza

Los ponentes coincidieron en señalar que la pobreza es uno de los principales factores que inciden en la explotación infantil junto con la carencia de educación. El presidente provincial de UNICEF, Carlos Pro, abrió su ponencia recordando que el último convenio internacional sobre los derechos del niño fue ratificado por todos los países del mundo, excepto Somalia y EE.UU. Carlos Pro puso sobre la mesa que la explotación sexual es una situación frecuente entre 250 millones de niños que se estiman que trabajan en todo el mundo y que según los datos recabados por ONGs, se calcula que un millón de menores caen en mediante engaños o son forzados, siendo las niñas las víctimas mayoritarias. Sobre este tema que indicó que dentro de la prostitución infantil se dan casos, cada vez con más frecuencia, donde se solicitan menores de corta edad con el fin de tratar de asegurarse que no van a ser contagiados por el sida.

Para Carlos Pro, los niños tienen un empleo porque son más fáciles de explotar. En muchos países pobres, es frecuente verlos en puestos ambulantes, mercados, estaciones, frente a los hoteles. Normalmente proceden de tugurios y es habitual considerarlos molestos o delincuentes. Para estos niños, la calle se convierte en su casa y lo habitual es que terminen envueltos en prostitución o redes delictivas.

El director de Educación sin fronteras, Fran Equiza, también tomó la palabra para destacar que «los hijos de las familias desfavorecidas han trabajado siempre, aunque la explotación se ha convertido en un concepto reciente». Según Equiza, esta situación va en aumento, mientras que los datos de explotación de Europa oriental «son escalofriantes».

Establecer las líneas de entre explotación y trabajo es un objetivo lanzado por el director de Educación sin fronteras que matizó que la explotación empieza si se impide el desarrollo normal del niño y no tiene acceso ni derecho a la educación. También se juntan dos elementos vitales como la pobreza y el poder explotador, mientras que las consecuencias son «infinitas, siendo las niñas las que más sufren». A juicio de Equiza, «la niña es la explotada entre los explotados».

El director en España de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), Manuel Simón, explicó los proyectos que lleva a cabo esta organización internacional asociado a Naciones Unidas. La OIT creó un programa que desarrolla actividades en más de 20 países que persigue la eliminación progresiva del trabajo infantil apoyando a los gobiernos y fomentando la adopción de medidas preventivas.

El programa, denominado IPEC, se ha marcado tres grupos prioritarios, como los niños sometidos a trabajos forzosos y servidumbre, en ocupaciones peligrosas y los menores de 12 años. Simón destacó la contribución que realiza España que ha permitido ampliar el programa en países de América Latina.

Hipocresía social

Otra intervención estuvo a cargo del presidente de Unidos para una Educación Solidaria, Ignacio Rivera, quien consideró que la explotación infantil se encuentra en uno de los rincones más oscuros de la hipocresía social a pesar de los acuerdos y conferencias internacionales, como la de Amsterdam y Oslo, que se han celebrado para intentar atajar esta situación. Para Rivera es necesario la ratificación de los gobiernos sobre convenios y leyes existentes junto con la colaboración de la sociedad civil.

Por su parte, el director de Intermon, Luis Yllá, destacó las campañas que organiza su organización de «comercio justo» para tratar de frenar el trabajo infantil y recordó la necesidad de «sacar del anonimato la situación». Una medida eficaz sería en este sentido que los empresarios se aseguren de no adquirir materias primas y productos que provengan de la explotación de los niños con el fin de romper la cadena, además de instar a los sindicatos a que refuercen los convenios.

Datos informativos

Fecha inicio : 04-05-1998

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