DATOS DEL EVENTO

  • EMPIEZA
    08-03-2005
  • TERMINA
    01-01-1970

INTERVIENE:

CRISTINA NARBONA RUIZ. Ministra de Medio Ambiente

PRESENTA:

JOSÉ MARÍA PEREA. Director del Club INFORMACION

CRISTINA NARBONA:

«EL PROGRAMA AGUA APORTARÁ YA CAUDALES A ALICANTE A PARTIR DE MAYO»

JUAN ANTONIO BLAY

Ministra, ¿su departamento contempla hacer el trasvase del Ebro en el futuro?

Quiero zanjar todo tipo de especulaciones interesadas sobre esta cuestión, aunque creo que ya estaba suficientemente explicada y aclarada. El trasvase, tal y como estaba contemplado por el anterior Gobierno del PP, está completamente descartado, en esta legislatura y en todas las legislaturas en las que podamos seguir gobernando.

En la Comunidad Valenciana empiezan a echarle en cara que tras la derogación el agua no llega.

Antes de nada habría que analizar cual ha sido la trayectoria de los Gobiernos del PP en la Comunidad Valenciana: la inversión real ha sido del 20% de lo que se presupuestaba anualmente. Eso significa que hay un retraso de años en materia de inversión hídrica y que este Gobierno debe recuperar y afrontar, efectivamente, problemas de cantidad, calidad y de gestión; es lo que estamos haciendo. En junio del pasado año el Gobierno aprobó para la Comunidad Valenciana un paquete de actuaciones que equivalen a 400 hm3 y a 1.200 millones de euros. Prácticamente la totalidad de estas actuaciones está ya con los estudios previos de los proyectos contratados o licitados y se ha hablado con la práctica totalidad de ayuntamientos y de las comunidades de usuarios de agua de toda la comunidad. Por lo tanto, en estos meses se ha hecho una labor de profundización de las necesidades y de definición de las actuaciones concretas a desarrollar. El Ministerio no ha parado ni un momento de trabajar.

Usted dijo que en 2005 llegarían los primeros metros cúbicos del Programa Agua. ¿Cuándo y dónde será exactamente?

De hecho hay ya una actuación, dentro del Programa Agua, que va a significar más agua para Alicante a finales de este mismo año, en diciembre, que es la ampliación de la actual planta de desalación, con 8 hm3 más. Además, se ha agilizado la puesta en funcionamiento de la desaladora de San Pedro de Pinatar, un proyecto que llevaba paralizado diez años, que va a permitir desde mayo disponer de 12 hm3 al año. Y en paralelo estamos reforzando el sistema de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, con declaración de algunas obras de emergencia, que va a permitir ya desde este verano más agua para el sur de Alicante.

El hecho de que el agua siga originando polémica política y social ¿se debe a un déficit de explicación o a otras causas?

Sinceramente, creo que el PP ha hecho una bandera de una actuación como el trasvase del Ebro, ampliamente descalificada por la comunidad científica o la Comisión europea, con el argumento falso de que tenía un gran consenso porque las comunidades cedentes estaban en contra. Fíjese, yo creo que la forma de avanzar es la que ya se ha plasmado en Murcia tras la entrevista que mantuve con el presidente Valcárcel y que consiste en separar lo que es la reivindicación del trasvase por parte del PP de la gestión conjunta de las administraciones porque si no colaboran los perjudicados son los ciudadanos. En Murcia había síntomas preocupantes en la capacidad de obstaculizar la puesta en marcha de plantas de desalación. Yo espero que en la Comunidad Valenciana el presidente Camps, al igual que el presidente Valcárcel, no haga uso de esa capacidad de autorización administrativa para frenar lo que la comunidad necesita, especialmente el sur.

¿Existen diferencias de actitud entre Camps y Valcárcel a la hora de afrontar esta cuestión?

Es verdad que con el presidente Valcárcel hemos hecho una escenificación conjunta de una actitud de colaboración, cosa que no ha sucedido con el presidente Camps. Pero lo cierto es que el Ministerio está trabajando con un nivel de colaboración muy razonable con las dos consejerías de la Generalitat implicadas con el agua y el medio ambiente. Hasta ahora en la Comunidad Valenciana no ha habido ningún síntoma como los que se estaban produciendo en Murcia. Esta cuestión ya fue objeto de una conversación entre la vicepresidenta primera Fernández de la Vega y el presidente Camps en cuanto a distinguir los aspectos de discrepancia y enfrentamiento entre los partidos de lo que debe ser la atención a los ciudadanos. Confío en que sea así, que no haya obstruccionismo por parte de la Generalitat.

¿Considera agresiva la posición del presidente Camps?

Sí, mucho. Pero, insisto, si forma parte de lo que el PP quiere ofrecer a los ciudadanos en las próximas elecciones es legítimo, lo que no se puede tolerar es que los ciudadanos se puedan ver afectados por una actitud de confrontación entre administraciones. Mientras eso no suceda yo lo único que haré en cada momento será contestar aquellas descalificaciones que sean falsas, como por ejemplo la que se nos ha hecho de adjudicar obras sin someternos al procedimiento de declaración de impacto medioambiental. Eso es falso. Lo que se han adjudicado son los estudios preliminares, los proyectos informativos, y ahora es cuando empezará el procedimiento de declaración medioambiental. Pero quiero recordarle al PP que en este Ministerio nos hemos encontrado al llegar proyectos de obras por valor de 100 millones, presentados en Bruselas, en los que la declaración de impacto medioambiental o no existe o dista mucho de criterios tolerables.

La última polémica ha sido el trasvase Júcar-Vinalopó.

Definitivamente se va a ejecutar. Pero la sociedad debe saber que el Gobierno del PP engañó a los usuarios potenciales en cuanto a los cálculos del volumen del trasvase porque no tenían en cuenta los requerimientos de la cuenca del Júcar. No van a pasar nunca 80 hm3 por ese tubo.

¿Qué volumen tendrá?

De acuerdo con los estudios que se han hecho el volumen oscilaría entre 12 hm3 y 60 hm3, con una media entre los 40 hm3 y los 50 hm3 como situación posible siempre que, eso sí, en la cuenca del Júcar se lleven a cabo todas las actuaciones de modernización previstas; las que corresponde ejecutar a la Generalitat apenas están ejecutadas en un 10%. También debe quedar garantizado un caudal ecológico en la desembocadura de 6 m3 por segundo; fíjese, en los planes vigentes hechos por el anterior Gobierno del PP esa cantidad estaba fijada entre 0 y 1 m3 por segundo, lo cual es una broma de mal gusto.

¿Desde dónde se tomará el agua?

Se mantiene el proyecto tal como está, es decir desde Cortes. Quiero aclarar una confusión generada tal vez por una conversación mía con una diputada de ERC a raíz del debate de una moción parlamentaria de este grupo. Se ha estudiado la alternativa de tomar el agua en el azud de la Marquesa, que tiene la ventaja de estar situado al final del curso del Xùquer, pero que presenta el inconveniente de suponer un coste adicional de 100 millones en infraestructuras y la necesidad de bombear agua hasta los 600 metros de altura, con los costes adicionales para los usuarios que comportaría. De cualquier forma, se van a tener en cuenta las consideraciones del estudio técnico realizado y de colectivos sociales. Y una cosa más: aun en el caso de que fueran solo 20 hm3 el coste para los usuarios de Alicante estaría en torno a los 20 céntimos, mucho menos que los 36 céntimos que cuesta abastecerse de acuíferos subterráneos en la zona.

¿El coste del agua desalada es más alto que el del trasvase?

El precio medio del metro cúbico del trasvase del Ebro hubiera sido de 90 céntimos. En Almería iba a ser superior a un euro. El precio del agua de las desaladoras está en 50 céntimos. Ahora bien, haciendo una mezcla de las desaladoras, reutilizaciones y ciclos integrales, además de la modernización de los regadíos, el precio puede ser asumido por los agricultores en función de la rentabilidad de sus cultivos.

¿Los caudales del trasvase Tajo-Segura se van a mantener?

Hay unos niveles mínimos de utilización en los embalses de cabecera que no pueden reducirse y lo que se puede trasvasar oscila con esos niveles. La legislación ya dice que la cuenca cedente tiene prioridad sobre la cuenca receptora, por lo tanto si hay alguna necesidad prevista, por ejemplo la llanura manchega, pues entra en la legalidad vigente sin variar las reglas de juego.

El anuncio de derribos de edificaciones costeras ha creado alarma, concretamente en Alicante. ¿Quiénes pueden dormir tranquilos?

Costas ha analizado hasta 60 posibles derribos en toda España. Esa actuación responde a recuperar lo que es dominio público para el dominio público y esto es así porque ha habido desidia en la aplicación de la ley de Costas. Eso no significa que cuando haya situaciones sociales y delicadas no se revisen situaciones concretas y se tengan en cuenta otras consideraciones. Tenga en cuenta que esas construcciones degradan las propias playas, por ejemplo las instaladas en sistemas de dunas que provocan que haya que recurrir a soluciones artificiales para mantener las playas.

¿Se arrepiente de aquella frase suya sobre el agotamiento del modelo turístico de sol y playa?

Al modelo al que yo me refería era uno muy concreto, aquel que genera colmenas de edificaciones al borde de la playa porque evidentemente hay otro modelo que convive perfectamente con el sol y la playa. Al que me refería yo lo defino como un modelo de mucho cemento y poco sol y menos playa, y de ese hay en el litoral mediterráneo.

NARBONA EXPLICA SU POSICIÓN SOBRE EL AGUA EN EL CLUB INFORMACION

FRANCISCO J. BENITO

Cristina Narbona, acude esta tarde ?19.30 horas? al salón de actos del Club INFORMACION para pronunciar la conferencia-coloquio «Una nueva política del Agua para la España del siglo XXI». La titular de Medio Ambiente explicará la política del Gobierno sobre un asunto tan importante para la provincia de Alicante como es el abastecimiento hídrico, tanto para uso industria, agrícola y urbano.

Narbona llega al Club INFORMACION una vez que hace una semana se despejara en el Congreso de los Diputados la ejecución del trasvase Júcar-Vinalopó, después de que los votos del PSOE y el PP impidieran que saliera adelante una moción de ERC, IU y CiU que pedía la paralización de las obras. En el haber de la ministra figura, no obstante, al derogación del artículo 13 del Plan Hidrológico Nacional, que contemplaba la construcción del trasvase del Ebro. La participación de la ministra en el Club INFORMACION representa la primera visita de Narbona a Alicante desde que es la titular del Ministerio de Medio Ambiente.

Críticas

El trabajo de Cristina Narbona en los diez meses que lleva al frente del Ministerio de Medio Ambiente viene siendo muy cuestionado desde el Partido Popular y una gran parte del sector agrícola y empresarial de la provincia, que considera el trasvase del Ebro como una infraestructura clave para asegurar el abastecimiento hídrico futuro. Ayer, el conseller de Infraestructuras, José Ramón García Antón volvió a criticar la gestión de Narbona, al asegurar que el Ministerio de Medio Ambiente sólo invirtió en Alicante en 2004, siete millones de euros «un 3% de la inversión que hubo en 2003», según Antón, que aseguró que el Ministerio había invertido ese año 202 millones.

CRISTINA NARBONA JUSTIFICA LA DEROGACIÓN DEL TRASVASE POR LAS EXIGENCIAS DE LA UE

F. J. BENITO

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, justificó ayer en el Club INFORMACION la decisión del Gobierno de no seguir adelante con el trasvase del Ebro por la necesidad de cumplir con las directivas europeas de agua y medio ambiente, que obligan a optimizar al máximo los recursos de las cuencas hidrográficas antes de plantear trasvases. Narbona enfatizó que la postura «no se debe a criterios individuales, ni fundamentalistas, de lo que se me ha acusado mucho en los últimos meses, sino que ahí están las recomendaciones de la UE y la propia OCDE que instó al Gobierno anterior a revisar el PHN». La ministra anunció, por otro lado, que Alicante contará con una segunda planta desaladora ?Narbona se inclina por utilizar el término desalinizadora? en el norte del municipio que servirá para completar el abastecimiento urbano de l´Alacantì y suministrar agua potable a la Marina Baixa.

Según la documentación aportada por el Ministerio, los proyectos de las plantas desaladoras y de reutilización saldrán a información pública entre junio y julio; la tramitación ambiental de los mismos podrá finalizarse dentro de este mismo año, con lo que incluso podrían licitarse algunos de los proyectos para tener todo en marcha a lo largo de 2006. Previamente, Cristina Narbona recordó que a partir de mayo comenzará a desalar agua del mar la planta de San Pedro del Pinatar -«diez años de obras», subrayó la ministra? con un caudal de 12 hm3 durante el primer año y 24 hm3 a partir del segundo. Este caudal, que irá directamente a la Mancomunidad de Canales del Tabilla, más el que llegue a final de año, según la ministra con la ampliación de la planta de Agua Amarga, «serán los primeros que den agua a Alicante con el Programa Agua».

Cristina Narbona recordó durante su conferencia en el Club INFORMACION que era la primera vez que visitaba Alicante desde que es ministra, asegurando que «aprovecho la ocasión para decir que en los presupuestos de este año ya hay consignados 90 millones de euros en obras para la provincia, cuando, y hay que decirlo, el Gobierno anterior sólo había ejecutado un 10% de las actuaciones del Plan Hidrológico Nacional en la Comunidad Valenciana».

La ministra de Medio Ambiente basó parte de su conferencia en intentar explicar que la política hídrica del Gobierno no era un capricho personal. «Lo que hemos pretendido es reordenar la política del agua en España, siguiendo las exigencias que marcan las directivas de la UE. Aprovechar al máximo los recursos no convencionales ?desalación y reutilización? para dar un agua de calidad, protegiendo los ecosistemas ligados a nuestros ríos».

Narbona aseguró que el Ministerio trabajará porque no se pierdan los 1.200 millones de euros de la UE y, en este sentido, subrayó que «todo el paquete de proyectos hidráulicos que había presentado el Gobierno no había pasado el informe ambiental». La titular de Medio Ambiente afirmó que todas las actuaciones del Programa Agua están ya presentadas en Bruselas e incluso aseveró que «la entonces comisaria de Medio Ambiente, Margot Wallström alabó la nueva política hídrica del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero».

La ministra no citó en ningún momento durante su conferencia de 45 minutos las tres palabras malditas ?trasvase del Ebro? pero hizo contínuas referencias a lo hecho por su antecesor en el cargo, el popular Jaume Matas, del que dijo que «rechazó en el verano de 2000 nuestra propuesta para alcanzar un gran pacto del agua. No lo quiso porque se negaba a asumir el dictamen del Libro Blanco del Agua que redactó el PP y que dejó dos interrogantes claras: ¿Quién usa el agua? y ¿Cuánta agua se usa?. Lo decía el Libro Blanco, no lo afirma la ministra». Narbona apoyó gran parte de sus afirmaciones en las directivas europeas, afirmando que «hay que utilizar todos los recursos de una cuenca al máximo antes de plantear transferencias de agua y esos planteamientos los hemos intentado poner en marcha en el Mediterráneo». La ministra puso como ejemplo Murcia. «Una comunidad donde la eficiencia de los regadíos es máxima pero que va a contar con 10 hm3 más de agua gracias a la modernización de sus regadíos».

Narbona hizo públicos también datos demoledores como los «5.000 hm3 de agua que se pierden todos los años en España por las deficiencias de las redes de distribución» o que «sólo un 15% del regadío es eficiente, aunque tengo que decir que Alicante, Murcia y Almería son ejemplos de buena gestión». En este punto, la ministra, que llegaba del homenaje póstumo a Miguel Iborra, ex alcalde de Aspe fallecido en julio de 2004, elogió la labor de su otrora compañero de partido. «Un hombre comprometido, que hizo cosas pioneras como recuperar las pérdidas de agua en su municipio e impulsar proyectos para reutilizar residuales».

Narbona no desaprovechó la ocasión ante un foro que no le puso en ningún aprieto para lanzar un recado a dos administraciones municipales gobernadas por el PP. «No se puede conseguir que ciudades como Alicante o Madrid sigan regando sus jardines con agua potable del grifo».

La ministra mostró su preocupación por los índices de contaminación por nitratos e intrusión marina que sufren los acuíferos de la provincia y criticó el «caos organizativo en el que me encontré las confederaciones hidrográficas que sólo controlan un 25% del agua que administran en concesión».

Cristina Narbona recordó, por otra parte, que de los 105 proyectos del Programa Agua, veinte son desaladoras y el resto acciones de recuperación de cuadales y modernización. No obstante, la ministra no ocultó ser defensora de la desalación. «Obtener agua del mar es una opción de futuro porque los ríos van a tener cada día menos caudal debido al cambio climático y la disponibilidad de agua en el interior de Alicante irá en aumento a medida que liberemos más caudales, empleando agua desalada para el uso doméstico». Narbona recalcó que «los gastos energéticos no son tan elevados y está muy avanzado un estudio para utilizar energía eólica para que funcionen las plantas». Narbona, con un verbo sereno y un imagen mucho menos agresiva que había transmitido hasta ahora en las valoraciones echas lejos de Alicante, finalizó su conferencia como la había empezado. «La UE es la que nos exige tener más cuidado con los ríos, no es una postura individual, ni fundamentalista de la ministra».

<«El trasvase del Júcar al Vinalopó está garantizado»

La ministra no quiso pasar la oportunidad para volver a reiterar que «la ejecución del trasvase Júcar-Vinalopó está garantizada pero quiero volver a recordar que los datos que manejó el anterior Gobierno no eran los correctos. Ahora lo que espero es que la Generalitat Valenciana cumpla con l parte que le corresponde para modernizar regadíos en Valencia, porque hasta ahora el nivel de ejecución no supera el 10%». Narbona no habló de caudales pero anunció que el Ministerio estudia activar recursos subterráneos de la Plana de Valencia para completar el trasvase.

Reticencias

Sobre las reticencias que ha provocado en Alicante el Programa Agua, la ministra fue contundente. «Los ciudadanos recuperarán la confianza en el Gobierno cuando empiece a llegar agua», señaló Narbona.

«EL COSTE DE LA DESALINIZACIÓN NO RECAERÁ SOBRE LOS AGRICULTORES»

J. E. MUNERA

En medio de una enorme expectación, que desbordó las 220 plazas del salón de actos del Club INFORMACION, la ministra de Medio Ambiente recalcó ayer que los agricultores no tendrán que hacer frente al coste de la desalinización, el eje central de la nueva política hídrica que impulsa el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Durante un coloquio con el público que se prolongó más de 90 minutos, Cristina Narbona también abogó por un cambio «urgente» de las confederaciones hidrográficas, puso de relieve múltiples carencias y ocultaciones del trasvase del Ebro e hizo una llamada a la responsabilidad de los alcaldes para intentar frenar el abuso de la urbanización del suelo en los términos municipales. Como era previsible, el déficit hídrico de la provincia y, en menor medida, el sobredesarrollo urbanístico centraron la mayor parte de las intervenciones por parte del público.

Aunque ya lo había anunciado previamente, Narbona fue concluyente en una de sus últimas respuestas: «No haremos recaer el coste de la desalinización, que se sitúa en 0,5 euros por metro cúbico sobre los agricultores, que tendrán más agua procedente de la liberación de recursos hídricos que hoy en día van a alimentar las necesidades del litoral». La ministra culminó así su razonamiento de que la puesta en marcha de desalinizadoras contemplada en el programa AGUA del Gobierno no contempla llevar ese agua desalada a gran distancia. «Prioritariamente será para los usuarios urbanos y de ayuntamientos, y tendrá un uso residencial y turístico».

Narbona respondía así al presidente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores, Asaja-Alicante, Eladio Aniorte, quien esbozó el malestar del campo alicantino por los bajos precios y preguntó si al coste de 50 céntimos en origen del metro cúbico desalado habría que añadir otros 36 céntimos por el traslado del agua hasta el Vinalopó. Aniorte planteó que no había que descartar la opción del trasvase del Ebro porque era una reivindicación de mucho tiempo atrás y porque el agua de esa transferencia sería más barata que la procedente de la desalinización. La ministra también tuvo respuesta para esta comparativa de precios y señaló que el coste del agua del trasvase del Ebro en Alicante hubiera ascendido ?de haberse llevado a cabo la obra derogada por el Ejecutivo del PSOE? a «más de 60 céntimos de euro por metro cúbico porque habría sido necesaria la elevación del agua a bastantes metros de altura» con un gasto energético considerable, equiparable al consumo de una central de 1.000 megavatios. «Y ese análisis», añadió Narbona, «nunca fue trasladado a los agricultores».

Éste es uno de los muchos reproches que Narbona, siempre en un tono muy comedido, desgranó sobre el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y particularmente sobre su obra estrella, el trasvase del Ebro. Así, en respuesta a una intervención del profesor de la Universidad de Alicante José Manuel Asensi sobre la poca participación de los agentes locales y la desconfianza de los mismos en la nueva política hídrica, la responsable de Medio Ambiente añadió que la ley del PHN fijaba como obligatorio un decreto que concretase quiénes y en qué cantidades eran los beneficiarios del trasvase, aunque, finalmente, ese decreto no se aprobó, «lo que llevó a muchos ciudadanos alicantinos a creerse titulares de un derecho cuando lo que había es desconocimiento de la realidad». Y no sólo eso. El anterior Gobierno, siempre según Narbona, no precisó las tarifas del agua de una obra cuyo coste era de 4.200 millones de euros, «lo cual fue uno de los factores clave para que la Unión Europea considerase inviable económicamente el trasvase». A su juicio, se había transmitido que el trasvase ya tenía 1.200 millones en fondos europeos, «y era falso» porque se estaba estudiando el proyecto. «Más que confianza [en el trasvase], ha habido fe, y mientras tanto la ejecución de la obra hidráulica apenas fue del 10% durante cuatro años». A su juicio, «cuando se hace demagogia o se engaña a los ciudadanos, puede haber confianza infundada».

Pero también puso objeciones desde el punto de vista de la calidad del agua procedente del Ebro. La que estaba previsto que viniera «era un agua prepotable, tomada al final del río en condiciones de calidad nada satisfactorias», según consta en un informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que constata una potencial contaminación yacente en el lecho del Ebro. «¿Ocultar algo tan grave genera confianza?», se preguntó.

Sobre otras cuestiones hídricas, la ministra garantizó el esfuerzo del Gobierno para que el precio del agua del futuro trasvase Júcar-Vinalopó no se vea alterado por las modificaciones del proyecto y calculó que los tres próximos años se incrementará el caudal del Segura en 200 hectómetros cúbicos. También garantizó el interés de su departamento para evitar posibles agresiones urbanísticas en las salinas de Calpe.

En materia de conservación consideró «una barbaridad» la «congestión» del suelo, que ha llevado a que tres de cada cuatro españoles vivan en sólo el 3% del territorio nacional.

La presencia de Cristina Narbona en el Club INFORMACION, primera ministra de un Gobierno español que participa en este foro de opinión y debate, provocó un nuevo llevo del aforo con representantes de todos lo sectores sociales. Atentos a las palabras de la titular de Medio Ambiente estuvieron los dos presidentes de la patronal alicantina, Joaquín Rocamora, presidente de Coepa y Antonio Fernández Valenzuela, de la Cámara de Comercio. No faltaron tampoco Javier López Mora, secretario general de la patronal, así como Andrés Martínez, empresario hortofrutícola y presidente de la Junta Central del Trasvase Júcar-Vinalopó-l´Alacantí-También asistió Ernest Blasco, delegado de la Unió-Coag. Por la Universidad de Alicante siguieron la conferencia, entre otros, Jorge Olcina, catedrático de Geografía Regional, Daniel Prats, director del Instituto del Agua, el ex rector Ramón Martín Mateo y los profesores Joaquín Melgarejo y Concha Bru, expertos en cuestiones hídricas.

Arropando a la ministra de Medio Ambiente no faltaron Juan José Moragues, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar y José María Marugán, consejero-delegado de Aguas del Júcar. Diego Maciá, alcalde de Elche, y Roberto Iglesias, de Aspe, acompañaron a la ministra, lo mismo que Etelvina Andreu, subdelegada del Gobierno en Alicante y Antonio Bernabé, delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana.

Asimismo, acudieron estudiantes de la Universidad de Alicante y de la Politécnica de Orihuela, que la invitaron a participar en un coloquio sobre la desalinización. Los ediles socialistas Blas Bernal, Jorge Espí y Ángel Franco tampoco faltaron, lo mismo que Miguel Ángel Pavón, de la Asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante; Domingo Martínez, de los concesionarios del Mercado Central; Francisco Rovira, del pequeño comercio. También entre los asistentes Antonio Mira-Perceval, adjunto al Síndico de Cuentas, los diputados provinciales Antonio Amorós y José Antonio Mourisco, los autonómicos Eduardo Vicente y José Antonio Godoy y el ex alcalde Ángel Luna.

Datos informativos

Fecha inicio : 08-03-2005

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